Venezuela: Infantes en orfandad «consecuencia de esta guerra delincuencial»
La
lucha por los derechos humanos es importante en todas las áreas, pero quizás
una de las más vulnerables en nuestro país es aquella en defensa de los
derechos de niñas, niños y adolescentes.
La
profesora Luisa Pernalete, quien ha sido Directora Regional de Fe y Alegría en
dos ocasiones (de Zulia entre 1990 y 1997; de Guayana entre 1998 y 2008) y que
hoy forma parte del Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín de la
Federación, es una defensora de los derechos a la vida y a la educación de
niñas, niños y adolescentes.
Pernalete
se cuenta como integrante de esos grupos que presionaron al Gobierno para la
creación de una ley que amparara los derechos de niñas, niños y adolescentes,
que hoy conocemos como LOPNA. Para la educadora este es un logro «pese a sus
dificultades y los problemas que ha tenido con las reformas —que son
inadecuadas a nuestro juicio—. Pero el que la ley se conozca, aún mal conocida
—vemos niños que dicen “voy a la señora Lopna”— es un avance importante en
Venezuela. Que los derechos humanos no se vean solo como derechos civiles, como
se veían anteriormente, sino que se sepa que también hay derechos sociales. El
Gobierno ha ayudado también en esta labor, pero también nosotros, los
defensores. Hemos logrado popularizar el término derechos humanos».
Pero
la defensora explica que hay mucha materia que cubrir sobre el tema en el país.
«Es necesario que las niñas, niños y adolescentes sean protegidos de manera
integral. Están muy desprotegidos todos. Ellos no votan, pero eso no significa
que no necesiten diputadas y diputados amigos de esta causa; sin embargo, el
tema sigue siendo invisible al igual que sus derechos. Tenemos que trabajar muy
duro para que las niñas, niños y adolescentes sepan que tienen el derecho de
pelear. Pero también la familia: madres y padres deben saber que no hablamos de
una limosna cuando se pide que haya medicinas para los niños con cáncer o que
pongan un preescolar en todas las comunidades, para no gastar en pasaje, para
evitar el peligro del transporte. Tenemos sectores de las nuevas soluciones
habitacionales donde no hay espacios para el preescolar, mucho menos para
educación primaria o secundaria. ¿Cómo hacemos para que haya núcleos educativos
en todas partes de defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes? Hay
mucho por hacer».
Hay
que insistir en la participación de las niñas, niños y adolescentes, ya que
aunque quizás no puedan defenderse solos, son sujetos de derecho; deben
empoderarse y saber cómo hacer las cosas. Pernalete asegura que dentro de Fe y
Alegría se busca desarrollar esas competencias en los niños desde temprana
edad, y considera que es también materia pendiente en las escuelas del país.
Sin cifras ni protección
Una
de las cosas más importante en las luchas de las minorías, es sumar gente
adepta a la causa y para eso hay que mostrar la realidad en números, en un país
donde las cifras no están actualizadas en materia de salud, seguridad, ni en
otras áreas. «Yo creo que una de las cosas que debemos hacer es generar datos
desde la sociedad civil. Esta guerra está generando nuevos huérfanos. Niños que
pierden a su mamá o a su papá, o a ambos, a manos del hampa, o los hijos de
presos y presas, son huérfanos de esta guerra. De esto no hay cifras, pero los
casos existen y están llevando a nuestras niñas, niños y adolescentes por
caminos equivocados, sea por falta de orientación o de hogares conformados.
Tenemos que generar datos. No basta decir que las cosas están mal. Hay que
decir que hay un montón de niños huérfanos consecuencia de esta guerra
delincuencial y que no hay quién resuelva el asunto».
En
cuanto al sistema de protección en Venezuela está, en palabras de la educadora
popular en derechos humanos, muy «desprotegido». «Tenemos que pelear para que
el sistema de protección de niñas, niños y adolescentes se fortalezca. Eso de
que los niños son prioridad absoluta para este Gobierno, no se lo cree nadie. Los
mismos funcionarios desconocen que eso exista. Y cuando hablamos de prioridad
absoluta, deben ser prioridad para las políticas, para los recursos. Tenemos
armas por demás pero tenemos un sistema de protección desprotegido. No tenemos
políticas públicas para atender a las familias que sepan que sus hijos están
siendo vulnerados. No hay a dónde acudir».
La
profesora Luisa Pernalete, desde Fe y Alegría, creó en 2009 el programa Madres
Promotoras de Paz que «está enfocado en formar a las madres de los sectores
donde se den actos de violencia y se encuentren las instituciones de Fe y
Alegría. El propósito del programa es sembrar la paz desde los hogares para
transformar las actitudes agresivas o negativas, y no replicarlas en la escuela»[1].
El
programa surgió al darse cuenta que los valores enseñados en la escuela no son
suficientes para proteger y alejar a los niños y adolescentes del mal camino,
por eso Pernalete empezó a dedicarse a tiempo completo a la formación de
madres. Ella cree firmemente que una mamá puede transformar a su hijo o hija a
través de la crianza que le dé. Un objetivo adherido al programa es la creación
de un MP6:
Movimiento de Maestros Madres y Padres Promotores de Paz.
Este
y otros muchos esfuerzos y logros realizados en sus ya 40 años de carrera
dedicados a la educación le hicieron merecedora
en el 2012 del Premio de Derechos Humanos de la Embajada de Canadá.
Pernalete también tiene una columna semanal titulada «Hagamos las paces» en la
que escribe sobre diferentes temas relacionados a la educación y a la situación
de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Defensores de derechos
Los
defensores de derechos humanos manejan las «3D»: Denunciar, documentar,
defender. Pero la profesora Pernalete asegura que hay que incluir dos más:
despertar y dar la mano. «La población necesita despertar. Son los más pequeños
quienes están pagando las cuentas. La infancia se va rápido. Así que debemos
actuar porque cuando nos damos cuenta al niño ya se le pasó la infancia y va a
arrastrar todos sus problemas en su proceso de crecimiento y madurez. Nosotros
tenemos que hablar en esos términos para que se entienda la urgencia con la que
hay que tratar el asunto; y debemos dar la mano porque ellos requieren nuestra
ayuda. Aunque son sujetos de derecho no lo puede hacer todo. Una niña o niño de
0 a 4 años no pueden ir a la LOPNA por sí mismo, por ejemplo».
«Es
necesario que nosotros, defensores, metamos en agenda esas 5D. Pero también
necesitamos más experticia en sumar voluntades, porque esto no es para
especialistas. Por eso la necesidad de generar caminos para que todo aquel que
tiene algún familiar o allegado niño, niña o adolescente, cuyos derechos están
siendo vulnerados, sepa cómo moverse para ayudarlo a defender su derecho. Nos
falta mejor discurso para que esto no se vea como una carga sino como una
ayuda. Esto es algo necesario para tener que pagar menos cuentas en el futuro».
Los
defensores aportan la posibilidad de que los derechos de las personas sean
restituidos, o que si están siendo amenazados no terminen siendo vulnerados. «Nosotros
podemos y le decimos a la gente a qué tienen derecho. Les explicamos qué y
cuáles son las exigencias que pueden hacer al Estado por una mejor calidad de
vida. La vulneración del derecho no debe tocarte a ti para que te hagas
consciente del problema. Cuando le toca a otro, hay que saber tener la mano
extendida, porque nos puede tocar. Y también aportamos el consuelo. Cuando le
decimos a las personas qué pueden hacer».
Para
Pernalete lo más importante es mostrar que hay caminos diferentes a la
violencia, que se puedan generar grupos de apoyo, por más pequeños que sean, ya
que la resolución de los problemas requiere que todos se involucren. «Buscar
caminos diferentes de decir las cosas, para lograr los objetivos en común».
Las
niñas, niños y adolescentes conforman un sector de la población muy vulnerable
que debería ser prioridad. Para que esto ocurra, deben ser levantadas muchas
voces a favor de ellos. Defendamos los derechos de aquellos que no los pueden
defender por sí mismos.
Por
Alexandra Perdomo (@amnistia)
[1]
Centros de Formación e Investigación Padre Joaquín. (17/02/2016).
Programa Madres
Promotoras De Paz. Disponible en: http://www.centrodeformacion.com.ve/web/programa-madres-promotoras-de-paz-2/
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