Ideas y creencias; José Ortega y Gasse


El filósofo y ensayista español, José Ortega y Gasset, escribe «Ideas y creencias» en la que, expertos y estudiosos, consideran su etapa madura. Esta serie de ensayos sobre racionalidad y la vida misma son una muestra del pensamiento del español y su convicción de separar y diferenciar lo que son las ideas y las creencias en la vida del hombre, y cómo cada una de estas puede o no influir en su actuar.


Las ideas son aquellas cosas que pensamos, y las creencias son eso que somos y que nos constituye como personas. Forman parte íntima y, según el filósofo, cuando son reales podríamos hasta morir por ellas. Ortega profundiza en la duda actual con la que vivimos las ideas y creencias, lo fácil que nos resulta cambiar de ideas (aunque no diga puntualmente que está mal) y lo que puede representar que no seamos capaces de defender firmemente nuestras creencias, cuando son tan importantes en la construcción de nuestro ser total.


«De las ideas-ocurrencias —y conste que incluyo en ellas las verdades más rigorosas de la ciencia— podemos decir que las producimos, las sostenemos, las discutimos, las propagamos, combatimos en su pro y hasta somos capaces de morir por ellas. Lo que no podemos es… vivir de ellas. Son obra nuestra y, por lo mismo, suponen ya nuestra vida, la cual se asienta en ideas-creencias que no producimos nosotros, que, en general, ni siquiera nos formulamos y que, claro está, no discutimos ni propagamos ni sostenemos. Con las creencias propiamente no hacemos nada, sino que simplemente estamos en ellas. Precisamente lo que no nos pasa jamás —si hablamos cuidadosamente— con nuestras ocurrencias. El lenguaje vulgar ha inventado certeramente la expresión “estar en la creencia”. En efecto, en la creencia se está, y la ocurrencia se tiene y sostiene. Pero la creencia es quien nos tiene y sostiene a nosotros».


El filósofo tiene muy presente, y lo demuestra en sus textos, que venimos al mundo siendo algo y hemos crecido para ser eso. Pero cuando no se nos da ser eso que originalmente venimos a ser, vivimos frustrados y atrapados dentro del ser que tuvimos que ser.


«Somos el que somos indeleblemente y solo podemos ser ese único personaje que somos. Si el mundo en torno —incluyendo nuestro cuerpo y nuestra alma—no nos permite realizarlo en la existencia, tanto peor para nosotros. Pero es vano pretender modificar ese que somos. Si en vez de ser nuestro auténtico yo fuese solo algo nuestro —como el traje, el cuerpo, el talento, la memoria, la voluntad—, podremos intentar corregirlo, cambiarlo, prescindir de él, sustituirlo. Pero ahí está, es nuestro ser mismo, es el que, queramos o no, tenemos que ser. Se dirá que entonces nuestra vida tiene una condición trágica, puesto que, a lo mejor, no podemos en ella ser el que inexorablemente somos».


La lectura de José Ortega y Gasset constituye una introspección a la vez que autoconstruye una relación con lo que somos. Resultará imposible para el lector no preguntarse qué cosas cree y cuáles son solo ideas, pero sobre todo si realmente siente que ha logrado ser lo que es o vive bajo la desdicha de ser pero no su ser real.


Terminado de leer el 08/02/2021

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