📚 Publicados en 1947


📚 Género: Ensayo


En este ensayo filosófico, Sartre pone de manifiesto por qué el escritor debe adjudicarse un importante lugar en la Tierra.
 
El libro está dividido en 3 grandes preguntas: ¿Qué es escribir? ¿Por qué escribir? ¿Para quién se escribe?
 
Escribir es una manera de encontrar la libertad, no solo de pensamiento sino también una forma de experimentarla, vivirla y compartir dicha libertad alcanzada. También el autor es responsable de denunciar al mundo cosas que de otra manera no alcanzaría a conocer o entender.
 
Se escribe porque «la lectura es un ejercicio de generosidad». Para el autor, solo hay novelas buenas y malas. «Y la novela mala es aquella que trata de agradar halagando y la buena es aquella que constituye una exigencia y un acto de fe».
 
No se escribe, nunca, para sí mismo. Todo libro tiene sus consecuencias en el lector. Cualquier forma de arte existe para los demás, solo en los ojos del otro cobran vida y significado.
 
Una interesante postura que conllevará al lector a replantearse cuál es su papel ante cada obra leída y al redactor a pensar nuevamente cuál es el propósito de lo que escribe.
 
En una última parte —justamente la más extensa—, Sartre habla sobre la situación del lector contemporáneo, en 1947. Acá habla mucho de la literatura francesa, de sus compañeros artistas y de los pasados. También hace comparaciones entre las grandes literaturas universales y se deja entrever su inclinación por su patria, que no comparto pero que ayuda a entender cómo se ven a sí mismo los franceses y cómo nunca superaron dejar de ser la gran potencia política y artística que una vez fueron.


Terminado de leer el 14/12/2021