📚 Publicado en 1666


📚 Género: comedia


📚 Dato: Existen 4 películas basadas en esta obra


Este es el libro más ligero que he leído de Molierè. Al tratarse de obras teatrales suelen ser breves pero esta lo es más.


Recomiendo su lectura a personas que no quieren engancharse demasiado con un libro y que buscan entrenamiento seguro.


La historia nos habla de un leñador que trabajó durante años con un médico, de quien aprendió una que otra cosa, y de su esposa, quien busca vengarse de él por haberla golpeado, por lo que hace que a él lo golpeen hasta que confiese ser médico (a pesar de no serlo). Así de descabellada empieza la obra.


El francés dejó muchísimas obras de este estilo, ya varias leídas y reseñadas en esta cuenta y en mi blog.


Molierè es una apuesta segura cuando se quiere descontracturar de alguna lectura pesada o simplemente cuando se busca leer por diversión y nada más.


Terminado de leer el 29/07/2021

📖 Publicado en 1988

📖 Género: Poesía

📖 Dato: Artistas como Pablo Milanés, Soledad Bravo, Nacha Guevara, y Juan Manuel Serrat han cantado algunos de estos textos de Benedetti

Hace unos meses leí «A dos voces», un libro muy similar, con poemas pensados como canciones. Por eso me decidí por este título, porque disfruto leer cómo Benedetti podía poner ritmo a sus poemas, no solo románticos, también profundamente humanos y libertarios.


En Mario uno consigue pureza, simplicidad y una entrega incomparable. Cuando leo sus líneas, siento que realmente dejaba una parte de su alma en cada cosa que escribía.


El uruguayo le escribe (y le canta) a la vida, al amor, a la pasión, a la dictadura, a la libertad, a la democracia, al disfraz, a la juventud y a la muerte.


Una divinidad de libro para leer, como todo lo de Benedetti.  


Terminado el 22/07/2021

Emerald Fenell es actriz, guionista y directora. La conocí hace muy poco, por su papel en The Crown. También actuó en «La chica danesa» pero al final nunca la vi, entonces no la tengo de ahí.


El asunto es que Fenell dirigió en 2020 su ópera prima: Promising Young Woman, una tragicomedia protagonizada por la inigualable Carey Mulligan. Y lo único que deseo es que la inglesa se dé cuenta de lo bien que le sale ser directora y siga haciendo películas.


A mí Carey Mulligan me parece de las mejores actrices de esta época. La veo como la Meryl Streep actual. No la he visto en un solo papel en el que no me convenza, y creo que nadie podría haber hecho este trabajo mejor que ella. Les cuento por qué.


Cassandra (Mulligan) visita bares y finge estar tan borracha que no puede sostenerse en pie. Su meta es que algún tipo se comprometa a acompañarla y termine llevándola a su casa e intentando propasarse con ella. Entonces la mujer deja de actuar y les hace frente. «Te dije que te detuvieras», les dice, con una voz totalmente sobria que hace que su acompañante reaccione y se dé cuenta inmediatamente que ha sido «engañado».


La joven, que está a punto de cumplir 30 y todavía vive con sus preocupados padres, deja ir a sus «víctimas» con un mensaje: la próxima vez que quieras hacerte el vivo con una mujer borracha y vulnerable en un bar, piénsalo dos veces y elige hacer lo correcto. Así, Cassandra nos muestra, desde el minuto 1, el instinto animal que domina a los hombres en su mayoría y lo fácil que termina siendo abusar de una mujer.


En su vida cotidiana, nuestra protagonista trabaja en una pequeña cafetería, con un sueldo balurdo, ignorando, incluso, las recomendaciones de su jefa, que le pide que busque algo mejor para sí misma. Lo que el espectador no conoce son las razones que llevaron a Cassandra a abandonar su prometedora carrera como doctora.


Este film gira en torno al mito del «buen chico», hombres que son «agradables», pediatras dedicados a salvar la vida de los niños, que se preocupan por el bienestar de las mujeres, que desean protegerlas de todo mal, preocupados por la igualdad, amables con todos. Esos mismos hombres son también aquellos capaces de subir la falda de una mujer casi inconsciente, de tener sexo con ella, aunque, casi desmayada, le pide que se detenga, o que pueden ver una agresión sexual y reírse de ello —y hasta grabarlo—.


Es complicado explicar parte de esta historia sin caer en spoilers, por lo que prefiero no adentrarme en el argumento sino más bien en el mensaje, para que así, al ver la película, entiendan de qué estoy hablando. Lo que sí me gustaría es que si llegaron hasta esta instancia del artículo vean el film no importa qué.


En 2007, David Slade nos sorprendió a todos con Hard Candy, la historia de una adolescente que engaña a un depredador de menores y lo hace caer en su propia trampa. Promising Young Woman hace algo similar, pero con una protagonista más madura, con mucha más sed de venganza y con sus sentimientos plenamente involucrados, lo que la hace, indiscutiblemente, salir lastimada.


El consentimiento sexual en nuestra época es fundamental, pero sigue habiendo quien lo ignore y se busque sobreponer. El problema es que estas personas suelen «salirse con la suya», porque seguimos viviendo ante un sistema judicial que continúa encontrando la forma de culpar a la víctima, ya sea porque «estaba en un lugar en el que no debería haber estado», «se encontraba con personas con las que no debería haberse juntado nunca», «estaba usando ropa provocativa que ayudaron a agravar la situación» o simplemente «es responsable de su estado de ebriedad»; como si alguna de esas «razones» eximieran a una persona de ser un violador y tener toda la culpa de su crimen.


Mientras transcurre el film, el espectador va a poder entender la posición de la víctima, las agresiones sufridas, las razones de la venganza y la fatalidad del desenlace para todos los involucrados. En este punto es importante explicar que Cassie no es la víctima. Nina, su mejor amiga de la infancia, fue violada por compañeros de la universidad. Aunque se atrevió a denunciar, nadie le creyó; por el contrario, la comunidad estudiantil la ridiculizó. Se pueden imaginar el final de eso.


Cassandra no supera jamás el daño hecho a su mejor amiga. Por eso decide «hacer algo para cambiar las cosas». La cinta se puede enmarcar como humor negro, pero algo de drama y tragedia tiene. Al principio todos se encontrarán riéndose de ciertas situaciones y concordando totalmente con la forma de actuar del personaje que tan bien encarnó Mulligan. Su aparente fragilidad le permite engañar a cualquiera. Pero de repente la vemos secuestrando a la hija de la decana de medicina o haciéndole creer a una vieja «amiga» que mantuvo relaciones sexuales extramatrimoniales mientras estaba borracha y empezamos a pensar que quizá las formas no deberían ser tan moralmente incorrectas.  


Pero, ¿cómo podemos distinguir correctamente el bien del mal en este caso? Si vemos a una mujer que trata de limpiar el recuerdo de su mejor amiga, quien fue invisibilizada por un sistema fallido y de un poder encimado sobre cualquier mujer víctima de violencia de género. Hay otro mensaje «oculto» en todo esto: una mujer sin miedo, con poder y capaz de hacerle frente a un hombre que pretende asustarla es vista como una demente. Ni por asomo es simplemente una mujer consciente de su lugar, no; se le hace ver como desquiciada y loca. ¿Se aleja de la realidad? Coincidiremos en que no.   


El asunto no es que existan realmente «buenos chicos»; el problema que la directora pretende denunciar es que cuando un «buen chico» hace algo malo es mucho más probable que se salga con la suya, ya que vivimos en una sociedad dispuesta a perdonarlos y a darles una segunda oportunidad. ¿Pero tienen sus víctimas esas segundas oportunidades? Tras perdonar a un victimario se está condenando a la víctima.


Promising Young Woman es una película que trata un tema muy complicado y delicado de una forma brutal, entretenida y real… demasiado real. Nos anima a hacerle frente a situaciones que nos hacen sentir vulnerables, mostrándonos que los victimarios tienen poder solo ante nuestro miedo. Pero también nos invita a ser cuidadosas, porque el otro no teme, en lo más mínimo, hacernos daño, sabiendo que es capaz de librarse de las consecuencias.  


El final es inesperado. Las espectadoras —la verdad no sé si los hombres podrán ser capaces de sentir de la misma forma los últimos 20 minutos del film— escucharán sus corazones romperse por unos minutos. Algunas, las más sensibles y empáticas, no podrán evitar el llanto. Pero Fenell hace tan bien su trabajo que el sufrimiento será recompensado con un final que lo vale todo, porque nos llena de esa esperanza ciega que guardamos todas de que los malos paguen, aunque el daño hecho no tenga reparo.   

 📚 Publicado en 2017 

📚 Género: Epistolario

📚 Dato: Correspondencia de Pizarnik para Antonio Beneyto. La última carta fue enviada semanas antes de su muerte

Creo que todos los que alguna vez intentamos incursionar en la poesía, reconocemos el nombre de Alejandra Pizarnik, una de las poetisas más importantes de toda Latinoamérica.

Sus textos, oscuros, tristes, profundos e irreverentes, han sido elogiados durante años, y no sin mérito. Leerla es un placer importante.

 

El libro está lleno de cartas que le envió al poeta y pintor español —y su amigo— Antonio Beneyto, entre 1969 y 1972. La última de las cartas es a escasas semanas de su suicidio.

 

Entre las epístolas, el lector podrá conocer una parte más personal y tierna de Alejandra. Se entiende parte de su pensamiento, no solo hacia las ideas sino hacia las personas.

 

Menciona a varios autores de la época, algunos ya consagrados, como Cortázar (recomendando la publicación de «Historia de cronopios y de famas»), Borges y Bioy Casares.

 

Alejandra enviaba, incluso, dibujos propios a su amigo. En las cartas le comparte recomendaciones, le hace peticiones, le da consejos a la vez que se los pide y, sobre todo, le envía siempre todo su cariño.

 

Un lindo libro para conocer una cara poco visible de la poetisa, a quien, de entrada, el lector reconocerá como taciturna, si se guía solo por sus textos. Pero como dijera alguna vez una amiga suya, quizá parte de la culpa del suicidio de Pizarnik la tiene la esfera literaria de esa época, que le aplaudió el personaje propio que se encargó de vender, de rebelde, incomprendida y sufrida. Pero Alejandra parecía ser mucho más que eso, aunque lastimosamente no hubo tiempo para descubrirlo.


Terminado de leer el 09/07/2021

 

📚 Publicado en 1985
📚 Género: Novela
📚 Dato: Para el autor, aún sin quererlo, su historia alude a los desaparecidos durante la dictadura militar argentina

Esta es, sin dudas, la novela más floja que he leído de Bioy Casares. Leí al argentino por primera vez en enero del año pasado. Desde entonces, cada vez que me topé con un título suyo, lo compré o pedí prestado (puedes leer las reseñas anteriores haciendo clic acá)


Sin embargo, este libro carece de esa genialidad y esa curiosidad que prima en sus historias. Cuesta creer que se trate del mismo autor de «La invención de Morel» o de «El sueño de los héroes».


Relata la historia de un fotógrafo que viaja a La Plata, encomendado por su jefe, para fotografiar los lugares más representativos de la ciudad. Allí vive un viejo amigo, quien lo acompañará durante su travesía.


Desde que Almanza pisa La Plata, empiezan a atravesársele una serie de circunstancias que le van dificultando su trabajo y que lo arrastran a una situación bastante turbia que se dilucida demasiada avanzada la historia, cuando el lector ya está cansado de esperar el «boom».


Menos mal la novela está dividida en breves capítulos que, de una u otra forma, no hacen tan pesada la lectura. Pero definitivamente está lejos de ser una obra que represente el talento de Bioy Casares.


Terminado de leer el 09/07/2021