Después que vimos la película biográfica de Mary W. Shelley, dirigida por Haifaa al-Mansour y estrenada en 2017, se me metió entre ceja y ceja leer Frankenstein.

Por fin pude leerlo y les aseguro que valió la pena la espera. La novela gótica publicada en 1818 es considerada la primera del género ciencia ficción.

Víctor Frankenstein persigue de forma codiciosa y banal la grandeza científica y en esa persecución que se desarrolla durante una brillante carrera consigue crear vida, entonces juega a ser Dios. Pero su poder se viene a menos cuando contempla la monstruosidad en su creación.

Frankestein es un relato sobre el poder, la vanidad, el dolor, el egoísmo, la vida y el fin de ella. Es una novela llena de sufrimiento, acongoja y desesperación. Hay descripciones que te sumergen en la angustia y la desesperanza.

Un retrato cercano de la venganza y el odio que se crea tras sentimientos de abandono y rechazo.

Una historia sobre los peligros que en aquella época suponían los avances científicos. También sobre el peligro que suponen hoy. Una demostración clara de lo que ha sido durante muchos años la revelación de la humanidad ante la naturaleza y cómo se le ha castigado por ello.

Definitivamente un libro que todos deberían leer.

Terminado de leer el 29/10/2019

Foto de Elizabeth Caballero
En El ocaso de los ídolos (1887) Nietzsche habla de nuevo de la transvaloración de los valores, ataca a la dialéctica como un medio de defensa cuando no se tienen argumentos, desmonta un "mundo verdadero" (para mí un capítulo en el que se contradice), habla de la disgregación de la voluntad, de la inexistencia de un "fin" ni para la vida ni para nada relacionada con la "realización" del hombre; también critica duramente -como es su costumbre- a la sociedad alemana y explica cómo la evolución del Estado masacra la evolución de la cultura (en esto estoy totalmente de acuerdo); reconstruye la definición de belleza, pisoteando lo que el hombre considera bello porque se le parece, y, por último, reconoce lo que debe a los antiguos, después de abatir duramente el pensamiento de filósofos de siglos anteriores y contemporáneos a él.

En este libro Nietzsche arremete contra la verdad, pues cuando habla de ídolos habla de todo lo que se puede llamar "verdadero", así da -según él- muerte a la verdad e inicio a una nueva era filosófica.

Terminado de leer el 24/10/2019


Hacía años que no leía un libro acerca de extraterrestres. Crónicas marcianas, del genio y uno de mis recientes favoritos Ray Bradbury, me transportó a mi adolescencia, a esa época en la que me entusiasmé tanto con el asunto extraterrestre que consumí pura literatura referida al tema, tanto ficción como novelas de investigación. Sigo siendo una entusiasta de la vida extraterrestre y este libro me recordó por qué.

Una nueva oportunidad para los seres humanos: vivir en Marte. ¿Y qué hicieron los humanos con los marcianos que ahí habitaban? ¿Qué hicieron con el planeta, con su ecosistema, con lo que por miles de años ahí existió? Son las respuestas que se encuentran en Crónicas marcianas.

No quiero decir mucho más porque es difícil hablar de este libro sin revelar demasiado su historia, pero sí quiero decir que nuestro peor problema somos nosotros mismos y nuestra idea de tener el poder sobre lo que no nos pertenece, de creernos dueños del lugar donde habitamos, de considerarnos con la virtud de hacer lo que queramos a donde llegamos.

Si tienen la oportunidad, léanlo, porque a través de historias marcianas que dan un poco de terror Bradbury nos muestra el miedo que debemos tener de nosotros mismos.

Terminado de leer el 19/10/2019


Capote dio un giro al periodismo cuando decidió escribir "A sangre fría" (1966), la novela de no ficción que relata el asesinato de 4 miembros de la familia Clutter, a manos de Dick Hickock y Perry Smith el 15 de noviembre de 1959. Aunque a él se le atribuye la creación del género, entiendo que antes ya lo había hecho el escritor argentino Rodolfo Walsh con Operación Masacre, publicada en 1957.

Truman Capote (a la derecha) entrevistando a Perry Smith (izquierda)

Para escribir esta novela, Capote entrevistó, con la ayuda de su amiga y escritora Harper Lee, a todos los policías involucrados, a los allegados y amigos de la familia Clutter y posteriormente a los asesinos y sus círculos. El panorama que nos presenta viene a ser una radiografía exacta de lo que pasa por la cabeza de Hickock y Perry y cómo a través de cada pequeño detalle de sus vidas podemos comprender qué movía su odio, eso sí, nunca pretendiendo entender su accionar contra una familia entera.

Hoy, que sabemos de peores tragedias y de perpetradores aún más despiadados, la novela logra sensibilizar y conmover, porque Capote se aseguró de hacernos conocer a una familia llena de amor, querida por toda la comunidad, y nos brinda la oportunidad de conocer el lado humano y psicológico de dos antisociales que quizá tuvieron otras oportunidades pero que terminaron guiados por el odio y el rechazo.
La familia Clutter

Capote afirmó años después que esta novela, su más famosa y aclamada obra, constituyó su fin. Es entendible pues supuso desenmarañar varias vidas llenas de recuerdos, buenos y malos. Acercarse al dolor de unos y a las desgracias eternas de otros. Pero también constituyó la piedra angular de un periodismo que hoy sigue denunciando tantas y tantas atrocidades, para que ninguna víctima nunca sea olvidada.

Dick Hickock (izquierda) y Perry Smith (derecha)

Terminado de leer el 14/10/2019

Quizá la novela más famosa de Ray Bradbury, publicada en 1953 y con la distopía más incómoda que he leído en mi vida. 

En Fahrenheit 451 Bradbury nos presenta una sociedad en la cual los libros están prohibidos. No solo eso, sino que se busca el exterminio de cualquier ejemplar que quede vivo. Hay bomberos que no apagan fuegos, sino que los generan. Queman las casas donde se ha denunciado que hay libros. 

Es difícil explicar la angustia que sentí leyendo esta novela, por la quema de libros pero también por los personajes que se nos presentan. Los intelectuales han sido considerados un peligro en distintas épocas. De hecho, han sido perseguidos, encarcelados y hasta asesinados por sus conocimientos y por sus ideas. 

La quema de libros ha sido empleada por extremistas y fanáticos (políticos, religiosos, etc.). Por ejemplo, la famosa quema de libros de Bebelplatz, en 1933, llevada a cabo por los nazis o la quema de más de un millón y medio de libros en Argentina, después del golpe de Estado del '76. 

La aparición de los medios de comunicación masivos significaron un desinterés generalizado por la literatura y por mucho tiempo se ha luchado por recuperar ese interés en los más jóvenes. 

La distopía del escritor estadounidense me angustió sobremanera porque no es tan distópica. Si bien nadie va a tu casa a quemarla porque tengas libros, sí hay muchas personas que consideran la lectura una pérdida de tiempo, que prefieren ver la versión cinematográfica o la famosa serie, porque es más rápida, porque es visual, porque no te obliga a pensar tanto. 

El interés por los libros no está de moda, no es en lo que todos quieren estar, no es la sensación del momento. Pero el problema no es ese, el asunto es que sea considerado como algo obsoleto, anticuado o hasta peligroso. 

"¿Quién sabe cuál podría ser el objetivo del hombre que leyese mucho?", le dicen a Montag, el bombero que de repente se dio cuenta de todo lo que estaba andando mal en el mundo hacía años y que habían naturalizado sin detenerse a pensar. ¿Qué otro objetivo se puede tener sino el de preservar la palabra y las ideas de tantos pensadores que han dejado huella a través de sus libros?. 

La literatura no debe morir jamás. Es, como un cuadro, la inmortalidad de un autor, pero también el regalo que alguien le da para siempre a las próximas generaciones a través de un acto de amor y consideración para con la humanidad, libre de egoísmos y altanerías.

Una novela breve que te revuelve la cabeza. Una genialidad total. 

Terminado de leer el 03/10/2019