Cuando Molière escribió esta obra, ya sufría de hipocondría, así que sabiendo esto se entiende bastante bien sus intenciones al expresar en «El misántropo» tanto desprecio por el género humano.

 

En este breve drama, escrito en 1666, el autor deja entender de forma muy explícita su desagrado por la sociedad que le rodeaba a través de su protagonista, Alcestes. Este último está lleno de inseguridades, dudas, desconfianza y celos; de esto último incluso pareciera estar orgulloso, al hacerlo saber a su enamorada, Celimea, a quien pone entre la espada y la pared constantemente para que, si es lo que siente, confiese su amor hacia él y desista de cualquier amistad con otro hombre por miedo a ser traicionado.

 

El misántropo no se permite amistades con nadie ni pretende ser políticamente correcto con ningún par, ya que para él toda relación social se mantiene con mentiras y esto es una falta grave al amor. «Mientras más se ama a alguien menos hay que adularlo; el verdadero amor se manifiesta en que nada perdona».

 

Y aunque las actitudes de Alcestes parezcan muy intensas y extremistas en algunos casos, en un par de materias lleva bastante razón, principalmente en aquellas referidas a las falsas amistades que pretenden comportarse en sociedad pero que, una vez el otro se ha dado vuelta, es capaz de hablar las peores cosas en detrimento de aquel.


«(…) que hay que mirarse mucho a sí mismo antes de pensar en condenar a los otros; que hay que tener la autoridad de una vida ejemplar para ponerse a corregir a la gente, y que aun así, vale más remitirse, en el caso, a aquellos a quienes el Cielo encomendó esa misión».


Breve, concisa y directa, otra obra de Molière que no debe ser pasada por alto.


Terminado de leer el 29/03/2021

El color púrpura es una famosa película dirigida por Spielberg de 1985, protagonizada por la talentosísima Whoopi Goldberg, Danny Glover y Oprah Winfrey. Pero la historia no es original del director. Está basada en la novela del mismo nombre, escrita en 1982 por la norteamericana Alice Walker.

 

En 1983, Walker ganó el Pulitzer por su novela epistolar que relata la vida de una mujer afroamericana en la Georgia rural, al sur de los Estados Unidos, conocido por ser un estado donde la esclavitud y el racismo eran absolutos.

 

En este libro no existen capítulos. Son todos cartas, una detrás de otra, donde Celie (la protagonista) le escribe primero a Dios. Así, nos enteramos que desde muy pequeña sufrió mucho a manos de su padre. Cuando finalmente la dan en matrimonio, el esposo la separa de su hermana, Nettie, la otra persona a quien van dirigidas las cartas.

 

En el intercambio epistolar entre estas dos hermanas —atemporal, ya que las cartas de Nattie, enviadas desde África, no le fueron entregadas a Celie sino mucho tiempo después— nos vemos envuelto en una historia muy dramática, donde las mujeres, en particular nuestra protagonista, son dominadas por el sexo opuesto, y donde el racismo marca la vida de todos los personajes.

 

Shug, la mujer que cambia por completo la vida de Celie, es la personificación de lo distinto entre tantas reglas sociales impuestas. Una mujer negra muy famosa entre los suyos por cantar en bares y tabernas, que vivió su vida siempre de forma independiente, sin casarse, y que aprendió todas las formas del amor y la desilusión. Su aparición en la novela cambia el tono de la historia, haciéndola aún más interesante.

 

La relación de Celie con Dios, sus hijastros, su marido, sus familiares y conocidos va cambiando conforme avanzamos en la lectura. Vemos cómo se transforma hasta llegar a ser realmente feliz consigo misma, aceptarse y hacer que otros le respeten por lo que es, una mujer fuerte que logra el equilibrio entre lo que quiere, lo que tiene y lo que puede conseguir.

 

Desde África, Nettie también le envía cartas a su hermana, contándole cómo es ser misionera en la tierra de sus ancestros y la pretende mantener al tanto de cómo crecen sus hijos, que le fueron arrebatados a Celie al nacer, pero que «gracias a la intervención de Dios» terminaron con su tía cuidando de ellos, aunque debió callárselo por años.

 

No soy fan de los libros epistolares, pero «El color púrpura» es distinto, es una joya que no se debe pasar por alto. Una historia que se lee rápidamente por lo interesante que es y que, definitivamente, nos hace reflexionar una vez más sobre el racismo, las injusticias y el papel de la mujer en la sociedad.


Terminado de leer el 18/03/2021



Originalmente publicada en entregas en la revista Pearson’s Magazine durante 1897, relata la historia de Griffin, un científico que logra —palabras más, palabras menos—, haciendo coincidir su índice refractivo con el del aire, ser invisible.

Todos alguna vez imaginamos las ventajas que tendría ser invisible. Por eso a mi generación le emocionó tanto ver la capa de invisibilidad en Harry Potter, por ejemplo. Total, ¿qué podría salir mal si se es invisible?

Pero la obra de Wells, que si bien no es la primera donde se plantea la idea, sí es la que mejor la desarrolló y la que más éxito alcanzó, justamente retrata las dificultades y calamidades que acarrea la invisibilidad para Griffin.

Wells se convirtió en uno de los autores de ciencia ficción más importantes de la literatura universal. Su aporte se encuentra al nivel de los más grandes del género: Ray Bradbury, Aldous Huxley e Isaac Asimov. Aunque mientras estos 3 se especializaron en la ficción más dura y distópica (que resultó ser bastante realista en el futuro), Wells fue por un sci-fi más fantástico. Así, dio vida a historias que hoy son parte indispensable de nuestra cultura, como La Guerra de los Mundos (1898) y La máquina del tiempo (1895).

A la novela de Wells lo que la hace tan especial es el peso moral de su historia. Me recordó un poco a Frankenstein, solo que aquí le ocurre a un hombre común, como cualquiera. Lo que pasa Griffin es una muestra de la naturaleza del hombre, de lo que sería capaz de hacer si nadie pudiese verle o detenerle. Tal como Platón argumentó, el hombre es bueno solo porque hay leyes que le castigan; de ser invisible ante dichas leyes, sería malo, tal cual es su naturaleza.

Así, nos encontramos ante una historia de poder y descontrol. Pero también de dificultades imprevistas y el sufrimiento de alguien que no existe para la sociedad. La soledad y la moral son temas principales dentro del relato. Griffin es protagonista y antagonista a la vez. Si bien nos enteramos y lamentamos de las trágicas situaciones a las que se ha visto expuesto debido a su invisibilidad y el no poder revertirlo, somos partícipes del monstruo que se va gestando en él ante la impunidad de la que goza.

Un clásico literario que no se debería dejar de leer. Entretenido y didáctico, es, sin duda, clave para entender la ciencia ficción en su más pura esencia.

Terminado de leer el 11/03/2021

Estamos ante uno de los escritores más reconocidos e importantes de la historia. Molière, dramaturgo, actor y poeta francés, presentó un ingenio tal en su obra que hoy sus trabajos han sido traducidos a todas las lenguas vivas principales.


Aunque nació en una familia bien posicionada, se aseguró de vivir una vida simple y de valerse por sus propios medios. Eso sí, nunca cometió el error de negar sus orígenes. En sus primeros años se dedicó al teatro, como actor. La gloria no llegó temprano, pero llegó. Entonces se le consideró como un gran intérprete y comediante.


Pero en distintos momentos, Molière debió enfrentarse a varios sectores de la sociedad, desde personajes políticos hasta grupos religiosos. Sus obras fueron consideradas por algunos demasiado liberales y se temía la influencia que este pudiese ocasionar sobre el rey.


En cuanto a esta obra, la primera que leo del autor, tiene por argumento a un hombre, en extremo avaro, que sobrepone el dinero y los bienes materiales por encima de cualquier cosa, incluyendo sus hijos, su reputación y hasta su honor. 


Harpagón, el protagonista, no solo es avaricioso. Por esa incesante creencia de que todos quieren robar su dinero, también es mentiroso, insensible, vengativo y ruin. Cleanto y Elisa, sus hijos, enamorados de personas cuyo padre probablemente no acepte por no contar con dinero como a él le gustaría, empiezan su historia en la obra sufriendo a consecuencia de la insensatez del avaro. 


Sin embargo, Molière consigue que todo el relato, embrolloso y tragicómico, se convierta en una experiencia reflexiva, siendo la principal que el avaro no es poseedor de riquezas, sino más bien es poseído por sus riquezas. Nuestro protagonista, gracias a su sed de dinero, nunca actúa de manera racional, sino guiado por sus nublados instintos.


Dentro de todo, la historia de amor detrás de esta comedia es un retrato fiel de lo que han considerado por siglos los franceses como romántico. Hay una fidelidad total por parte de los amantes y un sufrimiento rotundo al no poder vivirlo. Nuestros personajes se encontrarán conspirando continuamente para  poder llevar a cabo su empresa, por lo cual todo termina girando en torno al dinero de Harpagón. 


Ya lo había dicho Séneca: «El pobre carece de muchas cosas, pero el avaro carece de todo». Una obra breve, entretenida y cómica que retrata la situación miserable de aquellos que pretenden vivir por el dinero, y también de aquellos que desprecian esta conducta por haber sufrido de primera mano las consecuencias de vivir con un avaro, que pone en peligro algo tan importante como el amor por su amor al dinero.


Terminado de leer el 06/03/2021


El avaro; Molière

by on 7.3.21
Estamos ante uno de los escritores más reconocidos e importantes de la historia. Molière, dramaturgo, actor y poeta francés, presentó un ing...


Esto es lo primero que leo del argentino Osvaldo Soriano. Casualmente, entre todos los títulos, escogí justamente su primera novela. Considerada un homenaje al género policial negro. Esta historia es cualquier cosa, menos predecible.

 

La historia arranca con Stan Laurel (el famoso «flaco» del clásico cómico estadounidense «El gordo y el flaco») que acude al detective Philip Marlowe, invención de Raymond Chandler, para que le ayude a descubrir por qué Hollywood lo hizo a un lado —tras la muerte del «gordo»—. En el medio de todo, con el detective intentando entender qué necesidad tenía el actor de encontrar esas razones, hay referencias a la vida de la dupla cómica y referencias a otros famosos actores de la época, como Wayne y Chaplin.

 

Y de repente entra en la historia el mismísimo Soriano, como un periodista llegado a Los Ángeles, desde Argentina, interesado en saber más de la vida de los dos actores que encarnaron al gordo y al flaco, para una novela que está escribiendo. Su camino se cruza con el detective que años atrás había aceptado trabajar para Laurel —en esta etapa del libro ya fallecido—.

 

Las aventuras que viven desde ese punto el detective y nuestro autor son una magnífica comedia negra llena de acción, y por acción entiéndase pistolas, golpes, cárcel, mafia, secuestros, tiroteos, etc.

 

Es una novela realmente entretenida, muy dinámica y sorpresiva ante cada paso. Cuando parece que a la pareja no puede pasarle algo peor o más fatalista, Soriano se las ingenia perfectamente para ponerlos —o ponerse— en situaciones aún más complicadas. 

 

El autor es una apuesta segura.  Sé que cualquiera se puede divertir con esta novela. Cuenta con muchísimos títulos más que me iré dando el placer de leer paulatinamente.


Terminado de leer el 01/03/2021