Oliverio Girondo fue un poeta argentino. Su producción literaria ha sido dividida en tres períodos. Y los dos libros que he leído pertenecen a su tercera y última etapa, correspondiente a su madurez, donde el autor deja ver su faceta más vanguardista y rupturista.

 

Persuasión de los días

En este libro hay una fatalidad muy explícita, un sentimiento de vacío, de fetidez, de angustia. Un esfuerzo por naturalizar la propia muerte, el sufrimiento intrínseco en existir. 


El primer poema de este libro, «Vuelo sin orillas» me recordó al peruano César Vallejo. Y encontré en todos los demás poemas el mismo aire, solo que un poco más cargado de fatalidad, recurso en el que, personalmente, considero que el autor se explaya más de lo necesario, encontrando algunos textos que rozan lo grotesco e incómodo, pero por la invitación a mirarse uno mismo, no por otra cosa.

 

«(…)

Cansado,

sobre todo,

de estar siempre conmigo,

de hallarme cada día,

cuando termina el sueño,

allí, donde me encuentre,

con las mismas narices

y con las mismas piernas;

como si no deseara

esperar la rompiente con un cutis de playa,

ofrecer, al rocío, dos senos de magnolia,

acariciar la tierra con un vientre de oruga,

y vivir, unos meses, adentro de una piedra».

[Cansancio]

 

Hay algunas imágenes que me resultaron demasiado construidas, pero otras muy humanas y tiernas, como aquellas que se acercan a la naturaleza y otros tantos que pretenden elevarnos a la felicidad, o al menos al deseo de.

 

«(…)

Lloremos. ¡Ah! Lloremos

purificantes lágrimas,

hasta ver disolverse

el odio, la mentira,

y lograr algún día

—sin los ojos lluviosos—

volver a sonreírle

a la vida que pasa».

[A pleno llanto]

 

En la masmédula

Poemas inexplicables e intraducibles, para leer a solas, a oscuras, en silencio, con los ojos y el cuerpo entero. Mucho surrealismo y una desesperación que aflora «sin estar ya conmigo ni ser otro otro». Hay un erotismo entre líneas que avivan la luz de la esperanza apagada.

 

Girondo completa su intensión y nos regala poemas completamente adelantados a su época. Y por más inexplicables que resulten, cada palabra encuentra su lugar dentro nuestro y nos deja la saciedad de conocer lo desconocido.

 

«(…)

y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua

y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas

y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras

simplemente cansado del cansancio

del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento

y al silencio».

[Cansancio]

 

Oliverio explica el ciclo de la existencia, con el agotamiento, el dolor y la muerte.

«(…)

y restos casi muertos de algún yo otro propio que todavía ulula

porque me cree su perro».

[Porque me cree su perro]

 

Con estos dos libros conocí a este poeta. Y temería un poco leer lo anterior, por miedo a encontrarme con algo que no esté a la misma altura. Su etapa madura me ha dejado cautivada y fanática.  


Terminado de leer el 23/11/2020


Orwell en este libro describió y criticó ampliamente al régimen socialista soviético y la alianza de Reino Unido con estos. Lo que Orwell seguramente no se imaginó fue que estaría describiendo a muchos regímenes más y que con su alegoría del cerdo como líder político estaba dándonos el ejemplo de lo que durante muchos años veríamos repetirse en tantos países del mundo. 

Una dictadura animal que empieza como una rebelión ante la «tiranía» y las «malas condiciones de vida» que los animales tenían en la granja. Bajo lemas, mentiras y estrategias, los cerdos logran engañar al resto de los animales para mantenerlos trabajando para ellos, quienes en un principio juraban igualdad y dignidad, pero que poco a poco empiezan a tomar ventaja sobre los otros, por ser más «inteligentes» y estar «mejor preparados para liderar», haciéndolos trabajar cada vez más horas y por menos raciones de comida, y empiezan a convertirse, premeditadamente, en lo que tanto se «esforzaron» en abolir, es decir, en hombres, cambiando con discursos y palabras «sociales» lo que en origen fue la razón de su «lucha».

A través del relato de Orwell podemos entender cómo, desde la pobreza, el hambre y la ignorancia, líderes políticos se aprovechan de aquellos que solo desean trabajar para vivir dignamente. Y en él también vemos lo que más solemos presenciar en los gobiernos socialistas de nuestro continente (principalmente): discursos vacíos que dan vueltas sobre un «sueño» libertario que promete una vida digna, de igualdad y bienestar, y que no llega a ser nada más que eso, palabras «bonitas», sin contenido ni valor real, porque «todos los animales son iguales pero algunos animales son más iguales que otros». 

 Estamos gobernados, en todos los sentidos y en todos lados, por cerdos que pretenden caminar sobre dos patas, que se engordan literalmente durante sus mandatos, que se convierten en todo lo que criticaron en su campaña, solo con el fin de llegar al poder (y no son solo los socialistas en este caso). 

Me habría encantado leer este libro hace unos 12 años. Me habría resultado increíblemente revelador.

Terminado de leer el 20/11/2020

Rimbaud escribió sus obras, grandes, necesarias, incomparables para algunos, durante su adolescencia. Abandonó la escritura por completo con tan solo 20 años. 


Lo que siguió en su vida después, hasta su muerte a los 37 años, fue un reflejo de lo que yo opino particularmente del escritor: un intento por encontrar su lugar en un mundo al que no pertenecía. ⁣


Rimbaud vivió con desenfreno, en constantes fugas, haciendo lo contrario a lo que se esperaba de él. Y esa explosiva e inconsecuente personalidad se deja ver en su prosa. Iluminaciones (publicado en 1886) es una colección de poemas llena de surrealismo y ensoñaciones, algunas bastante lúgubres. ⁣


La rebeldía y su irritación para con el mundo en el que vivía se siente en cada poema de este libro. Se le siente incómodo, incomprendido y angustiado al no encontrar razones suficientes para amar la vida y lo humano. 


Leer a Arthur Rimbaud es siempre un buen ejercicio para profundizar en palabras que existen en su literatura no por el origen con el que fueron creadas, sino con el sentido que quiso darles para hacernos sentir lo mismo que él. ⁣


Terminado de leer el 04/11/2020