Este libro es una antología de 12 inquietantes cuentos, escrito por 12 japoneses. Kaita Murayama, Kidô Okamoto, Kyôka Izumu, Kôtaro Tanaka, Ryûnusuke Akutagawa, Ôgai Mori, Jun’ichirô Tanizaki, Atsushi Nakajima, Rampô Edogawa, Jûran Hisao, Rohan Kôda y Kyûsaku Yumeno son los autores de los relatos más visuales que he leído en mis 28 años. 

La narración del terror oriental es muy diferente al concebido en occidente. Por eso, muchas veces me he encontrado riéndome ante escenas de "terror" coreano, por ejemplo. Sin embargo, los cuentos recopilados en este libro nos acercan mucho a la angustia y a ese sentimiento extraño que experimentamos ante algo que desconocemos y que, por ende, no sabemos clasificar. 

Me pasó con todos los cuentos que podía verlos pasar en mi cabeza como una película. Leí este libro por recomendación de mi amiga Ambar, y ambas concordamos en que los 12 cuentos serían muy fáciles de llevar a la pantalla grande. Para entenderlo hay que leerlos. No se puede explicar lo visual que se hacen los cuentos conforme se leen. 

La lengua del diablo, Kaiiki: un relato de espíritus marinos, La serpiente y Jinmensō: El bubón con rostro humano son los títulos que realmente me dieron escalofríos. 

Aunque son 12 escritores distintos, los 12 relatos siguen una misma línea y un mismo estilo inquietante. Si les gusta el terror y pueden abrir sus mentes para leer historias de monstruos, apariciones y fantasmas escritos con un siglo de antigüedad, se los recomiendo.

Terminado de leer el 20-08-2020

Encontré en «Romeo y Julieta» al mismo Shakespeare de «El sueño de una noche de verano», obra que no me encantó.

Es una tragedia con todas las de la ley. El intempestivo amor entre los dos jóvenes les valdrá cualquier deseo de felicidad. Esta obra está llena de fugaz pasión, de equívocos encuentros y de mucha intensidad juvenil.

Hay que ser exageradamente romántico (y no sería el caso de la lectora) para encontrar en la obra una historia de amor sin igual. Me resultó una obra de poca lógica y actos irracionales.

Romeo es un enamoradizo fácil capaz de llevar sus delirios al peor de los extremos. Y Julieta una niña buscando en quien volcar su jovial amor.

Esta edición contenía tanto Romeo y Julieta como Hamlet, pero esta última obra la leí en mayo.

Terminado de leer el 29-08-2020

La cuarentena que hemos vivido en Argentina por la COVID-19 nos ha afectado a todos de muchas maneras. En mi caso, de forma positiva. He tenido más tiempo para leer pero también para recuperar una práctica que había perdido: el yoga. He tenido muchos avances y muchas personas me han pedido que les cuente sobre mi experiencia, cómo he logrado avanzar tanto y qué recomiendo. Aquí les cuento mi "historia". Pero antes, una aclaratoria importante y necesaria:


No soy instructora de yoga, no he hecho ningún curso ni certificación. Sigo consejos de muchas personas y sigo prácticas que me gustan, sin criterios profesionales. Si quieres hacer las cosas como se deben, lo ideal sería que busques a un profesional que te guíe. Mi experiencia no asegura que tu experiencia vaya a ser igual o similar. Lo que leerás es el testimonio de un aprendizaje "autodidacta", si se quiere. 


Tuve un primer acercamiento al yoga en 2016, cuando Virginia (quien entonces trabajaba conmigo en Amnistía Internacional) nos empezó a dar clases de pilates después del trabajo (es instructora certificada). Fue ella quien me enseñó a pararme de cabeza -la primera asana que aprendí-. Ese año también tuve mi primer acercamiento formal al entrenamiento físico constante. Perdí mucho peso, aprendí a comer mejor y entrenaba diariamente. Después emigré a Argentina, aumenté de peso y perdí todo el trabajo físico que había conseguido. 


En 2019 me puse las pilas de nuevo. Y hoy tengo ya más de 1 año entrenando diariamente. Hago clases de funcional o localizado con mi entrenadora Gabriela. Cuando arrancó la cuarentena, teniendo más tiempo en casa, decidí agregar a mi entrenamiento diario el yoga. Así, empecé a hacer clases principalmente por las mañanas, justo al despertar. Luego de mi entrenamiento con Gaby, me quedo entre 10 y 15 minutos practicando asanas o skills para lograr las asanas que quiero. 


Mi asana favorita
Mi asana favorita
Creo que algunas personas tienen la impresión de que todo lo que he logrado es desde que empecé a practicar yoga en abril, pero creo que la facilidad que he tenido para lograr algunas posturas se debe también al entrenamiento, que me ha dado fuerza en brazos, piernas, abdomen y suman mucho a la práctica del yoga. 

Quienes me conocen saben que no soy de meditar, cosa que no va muy en concordancia con el yoga. Pero no me obligo a nada. Hay días en los que sí me tomo 5 minutos previas a mi práctica para respirar profundo y meditar. Y hay días en los que me salto esa parte y entro directo a la clase. 


Practico en casa, en cualquier momento que veo propicio. Como lo dije antes, normalmente es por la mañana, entre las 7 y las 8 a. m. (soy mañanera). Hay días en los que lo hago por la noche y hay otros días en los que hice por la mañana y hago otra clase por la noche porque tengo ganas. Lo importante es que nunca paso un día sin hacer yoga, así sean 15 minutos.


¿Qué clases hacer?


Todas las clases que hago salen de 3 canales de Youtube: 


Las 3 tienen listas con clases para distintos niveles y distintos tipos de trabajo (todo el cuerpo, localizado, yoga flow). De hecho, tienen listas para que te inicies en el yoga con rutinas diarias por 30 días nivel principiante, así aprendes empezando de 0. Yo suelo buscar el día anterior la clase que quiero hacer. En los videos de cada una vas a encontrar siempre recomendaciones y consejos para aprender a dirigir tu práctica. 

Lo otro que hago, a parte del trabajo general, es buscar asanas que me llamen la atención o que quiera lograr, buscar qué tengo que hacer o practicar para con el tiempo lograrla, y hacer los ejercicios específicos. Por ejemplo, actualmente estoy trabajando por hacer el split. Así que todos los días dedico 5 minutos a practicar ejercicios que me van a llevar a lograr el split. En mi caso, tener una meta me permite enfocar el trabajo. 


¿Dónde está la clave para avanzar con el yoga?

Virabhadrasana III
Mayo - Agosto
Paciencia. Es una práctica que lleva tiempo y hay que aprender a disfrutar del proceso. Frustrarte porque hace un mes que estás haciendo yoga y todavía no logras hacer X asana no te va a ayudar en nada. Lo vas a lograr, eso te lo aseguro, pero tienes que tener paciencia y constancia. Sigue practicando a diario, que con el paso del tiempo tu cuerpo va a ganar la flexibilidad, estabilidad y fuerza para lograrlo. En serio, no te frustres, sigue practicando.

Tomarte fotos o grabar videos de tus prácticas es algo que recomiendo. Te va a ayudar a corregir tu postura, fijarte si estás trabajando con la espalda recta y también te va a permitir ver el avance. Cuando contrapongas la foto del día 1 con la del día 30 vas a notar que sí hay un avance, y eso se convierte en motivación para seguir practicando. 

El yoga te va a enseñar esa paciencia. También te va a llenar de amor propio al ver lo que eres capaz de hacer con tu cuerpo una vez lo entrenas para algo. 

Por eso hago tanto énfasis en esas dos cosas: constancia y paciencia. 

¿Basta con hacer solo yoga?

Esta respuesta es subjetiva; la contesto desde mi experiencia. No, no basta con hacer solo yoga. He incluido el yoga dentro de mi entrenamiento regular. Sigo entrenando 1 hora diaria a toda potencia con mi entrenadora. Esos entrenamientos me ayudan a ganar resistencia y fuerza. Para mí el yoga es mi complemento. Me da un bienestar diferente. Me ayuda a alcanzar metas, me acerca a la gimnasia, por la que siempre me he sentido atraída. Me enseña a tener control sobre mi cuerpo y a hacer con él cosas que nunca imaginé lograr. 


Es una práctica que recomiendo abiertamente a todo el mundo. Parece fácil pero no lo es. Requiere resistencia, fuerza, concentración, equilibrio y constancia.


¿Es todo lo que necesito saber? 


NO. El yoga involucra muchas cosas. La respiración, por ejemplo, es todo un tema. Se debe inhalar y exhalar por la nariz. Este paso cuesta. Al principio es bastante difícil, pero te acostumbras. Y así como la respiración, hay muchas cosas relacionadas con el yoga que yo no te estoy diciendo en esta entrada. Si buscas ayuda de un profesional, él te las dirá. Si decides practicar de forma autodidacta, las aprenderás, viendo clases, leyendo, investigando. 


Esta es solo la experiencia que yo he tenido y que he decidido compartir para las personas que me han consultado. Gracias por seguir mis avances y por interesarse a través de mí. Me hace sentir muy bien y me motiva a seguir mejorando en mi práctica. 


Espero que se animen e inicien también su camino en el yoga. Espero haber sido de ayuda y cuenten conmigo ante cualquier duda que tengan. Gracias a ustedes y a sus mensajes cada día leo más para aprender más. 


Sigamos trabajando para ser la mejor versión de nosotros mismos.


Namasté.



La historia suele ser interesante cuando la vemos contada en documentales o películas, pero no es empresa sencilla hacer de un libro histórico algo entretenido. Sin embargo, el arqueólogo italiano Valerio Massimo Manfredi logra con creces captar la atención y el total interés del lector en esta primera entrega de la historia del gran Alejandro Magno, rey de los macedonios.


"Aléxandros I, el hijo del sueño" es el primer libro de su trilogía "Aléxandros", donde nos cuenta la historia de Alejandro III de Macedonia, hijo de Olimpia y Filipo II de Macedonia. En este primer libro conocemos al infante heredero al trono, hijo de un rey expansionista y exitoso.


Lo mejor de este libro es que todos los hechos son reales y sus fuentes lo suficientemente antiguas como para confiar en ellas. Solo que el arqueólogo italiano apela a un lenguaje moderno para la mayor comprensión del lector (cosa que agradecí profundamente).


Aunque había leído y visto un par de cosas sobre Alejandro Magno, como supongo lo han hecho todos los que posiblemente lean esta reseña, lo que se alcanza a conocer del macedonio en este libro no tiene comparación.


Nuestro heredero crece rodeado de estrategias militares y muchas expectativas sobre su futuro. Inteligente y audaz, es enviado a estudiar 2 años lejos de su hogar, por deseos de su padre, quien lo quería todo lo preparado que se pudiera para convertirse en el mejor rey que Macedonia podría ver. Su maestro fue Aristóteles (hecho que desconocía), quien lo introdujo en las más generales y específicas materias.


Así, Alejandro se prepara para un futuro prometedor. En el desarrollo de esta historia podemos conocer su lado noble y amoroso. Mas conforme pasan los años, empezamos a conocer también su lado militar, su valentía para afrontar los peligros y su completa entereza para ir hacia adelante, contra viento y marea, condición que sus aliados y enemigos ven rápidamente en él.


La historia culmina con la llegada de Alejandro Magno a Asia. Y ahora, desesperada por saber cómo continúa, quisiera salir corriendo en busca de la segunda entrega de esta trilogía, "Las arenas de Amón".


Terminado de leer el 23/08/2020

El nombre de Daniel Defoe por sí solo no nos dice mucho. O por lo menos a mí no me decía nada, hasta que leí que es el escritor que dio vida al popular Robinson Crusoe, de quien todos hemos escuchado hablar. Nacido cerca de 1660 (no se conoce la fecha exacta) en Londres, fue uno de los primeros novelistas y reconocido por muchos como el padre de los novelistas ingleses.

 

Esta edición tiene una introducción del sudafricano John Maxwell Coetzee, Nobel de Literatura en 2003, y debo admitir que es o que me resultó más interesante de este libro. Coetzee nos pone en contexto, nos explica que el escritor fue ampliamente criticado por ser demasiado redundante, porque a lo largo de la novela las mismas ideas se repiten una y otra vez y la redacción es un relato extenso contado de forma muy natural, sin correcciones ni revisiones. Es como si el autor se hubiese dedicado a escribir todo lo que venía a la cabeza, tal como se presentaba, con una energía rebosante, sin ganas luego de recortar ni editar una palabra.

 

El libro me resultó tedioso y muy extenso. En la historia se sienten las tensiones religiosas que para ese entonces dominaban Inglaterra, y el infortunio de la protagonista hace que en un principio se sienta simpatía por ella. Pero con el pasar de las páginas, cuando es evidente que nada va a mejorar, la novela se convierte en algo pesado.

 

Me costó trabajo terminarlo. Pensé varias veces en dejarlo así. Pero la introducción de Coetzee es una invitación tan sincera que no quise abandonar la lectura. Se ve que el sudafricano encuentra en las líneas de Defoe algo que yo no logré ver. La historia de Roxana no es mala. Te atrapa en ocasiones y es, tal como su género, una novela. Fácilmente podríamos verla en pantalla. Pero tras una corrección, el libro podría quedar en un 40% del original y nos enteraríamos igualmente de todo.

 

En definitiva, no es una lectura que recomiende a la ligera. Hay que tener profundo amor por las novelas largas y la literatura inglesa.  


Terminado de leer el 08/08/2020