En el marco de todas estas películas que han salido sobre la vida de uno de los narcos más conocidos del mundo, Pablo Emilio Escobar, Brad Furman ha apostado por realizar una sobre las derrotas del cartel: la operación C-Chase, con la que se hundió el que fuere el séptimo banco más grande del mundo, desplomando el soporte financiero del Cartel de Medellín.

La película relata la historia de Robert Mazur, un ex agente de la DEA, quien se infiltra entre grandes socios del cartel colombiano, hasta casi llegar a tocar a Pablo Escobar. Pero no vale la pena contar nada, porque la película es exageradamente interesante y ningún tipo de spoiler ha de ser dicho.

Lo que sí hay que decir es que las actuaciones de Bryan Cranston (Roberto Mazur) y Benjamin Bratt (Roberto Alcaino) hacen esta película. Para mí, lo son todo. Describen, ambos, de una manera majestuosa, de qué van estos trabajos encubiertos que hacen muchos policías, donde a veces es imposible no involucrarse personalmente.

El film tiene varias escenas que logran hundirnos el pecho. Pero son dos la que me harán recordar esta película por siempre (y recomendarla): el momento brevísimo en el que aparece el actor que interpreta a Pablo Escobar -porque es casi invisible, demasiado sutil y delicada gracias a la iluminación (no supe de esto hasta que lo mencionaron, y entonces tuve que regresar a la escena para verlo)- y la cara de Benjamin Bratt en la última escena, cuando mira a Bryan Cranston.

Vean esta película, o bien porque les interesa el tema o simplemente porque quieren ver un buen film.

8★


Swiss Army Man (2016) es una película loquísima que divierte, extraña, entristece e invita a filosofar un rato. Para mí, el diálogo es una constante discusión sobre qué es la vida y la búsqueda de motivos para vivirla.

La esperé muchísimo porque estoy ansiosa de que Daniel Radcliffe salga de la sombra de Harry Potter (porque merece que la gente sepa su nombre y dejen de decir "este chamo, Harry Potter"). Hace unas semanas dije que su papel en Imperium había sido muy bueno, pero que quería verlo en el film de Dan Kwan y Daniel Scheinert... y para mí, llenó las expectativas. Tomó un riesgo grande y se nota que lo disfrutó. Por su parte, Paul Dano es igualmente magnífico.

Swiss Army Man se parece y a la vez no se parece en nada a Náufrago (2000), porque aunque se trata de un náufrago, la parte del cadáver que se lanza pedos, tiene ansias de recordar qué es la vida y ayuda a un hombre a sobrellevar la soledad y la desdicha no tiene comparación con Wilson.

Una recomendación que no deben dejar pasar.

7,8 

El neorrealismo italiano es uno de los géneros cinematográficos que más respeto. Es un cine exageradamente real y triste. Y de eso se trata. En la Italia de la posguerra se sucintaron historia trágicas y los realizadores italianos escogieron el cine para que tales historias no pasaran desapercibidas. 

A mí Ladri di biciclette (1948) me parece una de las historias más tristes del cine; La Strada (1954) me dio una lección de realismo; pero entonces vimos Germania, anno zero (1948) y entendí que quizá la gente no se siente muy atraída por este tipo de cine porque es tan real que duele, y aunque no lo queramos, cuando vemos cine estamos esperando al menos un ápice de felicidad en el final

Sin embargo, el neorrealismo no daba ni un aliento de eso, nada mejora con el pasar del film, porque a esas personas, que tenían que encontrar la forma de sobreponerse a la guerra, la vida no les daba respiro. 


En "Alemania, año cero" vemos a un niño de 12 años que siente en sus hombros la responsabilidad de llevar algo de comida para su hermana (mucho mayor que él), su hermano (que volvió del frente y, como muchos otros soldados, no conseguía salir a trabajar por distintas razones) y a su padre enfermo. El desarrollo de la película es angustioso y no, nunca se pone mejor. 

La película vale cada minuto, porque nos sumerge en una realidad histórica que hoy podemos comparar con la de Siria, por ejemplo. Una ciudad destruida y una vida que, pese a todo, continúa.

8,3

Actualmente hay 21 millones de personas refugiadas en el mundo. El 86% de ellas han sido acogidas por países en desarrollo. Pero 1,2 millones necesitan ser reasentadas antes de que acabe el 2018.

El mayor problema al que se enfrentan las personas refugiadas es la desprotección. Las personas que viven bajo esta condición no lo han decidido por placer; han sido obligadas a buscar refugio fuera de su país para proteger su vida y la de los suyos. Pese a que los gobiernos tienen el deber de ayudarles, los países más ricos siguen tratando a las personas refugiadas como si fuesen un problema de otro.

Este 19 de septiembre, durante la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Refugiados y Migrantes, la Asamblea General adoptó una serie de compromisos dirigidos a mejorar la protección de los refugiados y migrantes, conocida como Declaración de Nueva York.


Aunque no es una excelente película, Imperium (2016) es otra muestra de que Daniel Radcliffe no s
e va a quedar solo con el personaje de Harry Potter en la frente. Además, sea como sea, la historia es interesante y tiene su lección bien necesaria para el público norteamericano. 

Igual, sigo esperando ver Swiss Army Man, que tiene pinta de convertirse en uno de los papeles más importantes de su carrera. 

6,5★




























La razón por la que odio tanto a Lars Von Trier es que es un director que no se preocupa por complacer al espectador nunca, en ningún momento. Pero la razón por la que admiro, respeto y recomiendo tanto su cine -y sigo viendo sus películas- es que se atreve a hacer lo que nadie más hace. Ese debe ser el hombre al que menos le importe lo que piensen, e imagino que por eso —y porque es un genio— se le da tan bien hacer películas.

Finalmente vi Dancer in the Dark (2000). Es el musical más oscuro que uno pueda ver. La actuación de Björk es arrasadora. Al resto del elenco lo odié, pero no por su desempeño, sino por lo que Von Trier hace con ellos. Estuve indignada durante los 140 minutos que dura. Este film está lleno de injusticia, traición, cobardía y desfachatez. Una exagerada serie de eventos desafortunados.

No entiendo cómo un director puede lograr que todos los sentimientos que uno tiene durante tantos minutos sean malos. Y cuando finalmente se asoma uno bueno, pues no, resulta que se vuelve peor. Aunque al final del film se siente un poco de tranquilidad, la última escena logra desgarrarte una parte del corazón con un grito (o al menos fue mi caso).

Me gustó mucho el tono sepia de la película y la idea originalísima, por supuesto. Lars Von Trier viene siendo el director con el que uno no se debería topar (por pudor, ética, etc.), pero una vez que se descubre es imposible abandonarlo.

8,5★

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es el órgano encargado de promocionar y proteger los derechos humanos de todas las personas que viven en el continente americano. Es el órgano al cual acuden las víctimas de violaciones de derechos humanos cuando se agotan las instancias internas; es decir, cuando no pueden acceder a la justicia a través de los medios regulares en su propio país.

Hoy, 10 de septiembre, Venezuela cumple 3 años fuera de la CIDH y, por ende, sus ciudadanos fuera de la protección de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (en adelante, “Convención”), tratado en el cual se reconocen derechos humanos universales y que sirve como puente para juzgar a los Estados que han violado derechos humanos.

El resguardo de estos derechos se obtiene a través de un sistema de protección internacional que está compuesto por dos organismos: la Comisión y la Corte. El primero es el encargado de investigar las denuncias que llegan contra los Estados parte; la segunda, determina cuándo los Estados han incurrido en violaciones de derechos humanos.
La historia de las mafias italianas es extensa. Al arsenal se sigue sumando historia, por cuanto los clanes hoy parecen seguir más vivos que nunca. El film Suburra (2015) no me dejará mentir. Esta película no solo trata el famoso tema de los mafiosos italianos y sus redes criminales, sino de las conexiones que estas tienen y mantienen con diferentes sectores de poder (político y eclesiástico, en este caso) que les ayude a hacer crecer el negocio.

A través de varias historias basadas —de manera poco sutil— en casos reales, el embrollo que se nos presenta nos acerca a la realidad italiana de 2011 y 2013, aunque Stefano Sollima (su director) la enmarque en 2011.

Una pantalla negra nos sitúa en el 05 de noviembre de 2011, «7 días ante de El Apocalipsis». Un político de la cámara del parlamento italiano, Malgradi (Pierfrancesco Favino) tiene una obsesión con las prostitutas, es avaricioso y prepotente. Tras una reunión de la cámara, donde se discute la posible quiebra económica de Italia, se va a un hotel, donde le espera su prostituta habitual que asiste acompañada de una menor de edad, a solicitud del político. Pero la menor muere a raíz de una sobredosis. Empieza el embrollo.

Viola (Greta Scarano), la favorita de Malgradi, llama a un amigo suyo, integrante de una familia gitana mafiosa, para que le ayude a deshacerse del cuerpo de la chica. Pero el ayudante no olvidaría así como así el favor hecho a un político.

Una breve escena del Papa nos deja saber su deseo por abandonar su cargo. Y su ayudante, el más cercano, no soporta la tristeza, preocupación y la carga de la información que conoce.

Número 8 (Alessandro Borghi) es hijo de un mafioso que dominaba Ostia, en la costa del mar Tirreno. Así que 8 ha heredado el negocio de su padre, y lucha por mantener su soberanía territorial entre las familias de la mafia. Tiene un guardaespaldas que le es sumamente leal y una novia drogadicta que termina teniendo mucha importancia en la cinta.

Samurai (Claudio Amendola) es el «Padrino» de este film. Es quien intenta mantener la paz entre todas las familias y quien tiene la idea de volver Ostia una especie de Las Vegas, para lo que necesita la colaboración de varios sectores. El primero en comprometerse a la causa es Malgradi, quien convencerá a sus amigos diputados de la cámara de votar a favor de una ley que le ayude con su cometido, a cambio de que Samurai «done» 2 millones de euros a su fundación.

Sin embargo, con el pasar de los días, la cosa se va poniendo color hormiga. El gitano intenta sobornar al político, quien pide ayuda para que le «den un susto». El encargado de asustarle es 8, quien además lo conoce y termia matándolo. Su hermano, Manfredi (Adamo Dionisi), jefe de una familia de gitanos usureros, clama venganza. Pero mientras, Manfredi también está ocupado con Sebastiano (Elio Germano), un organizador de fiestas VIP cuyo padre se suicidó días antes y descubrió que debía grandes cantidades de dinero a la mafia… y es lo que resulta heredar.

Sebastino ha perdido a su padre, pero no le ha dado tiempo de sentir pesar, por cuanto se ha visto obligado a cumplir con las órdenes de Manfredi para ver si le regresa la mansión que usa para trabajar. Pero Sebastino, tras verse subyugado, se va convirtiendo en otra persona.
En esos intentos de venganza, todos los personajes de esta película se empiezan a ver involucrados entre sí. Hay más asesinatos, hay secuestros, extorsión, excesos, abusos de poder, drogas, fiestas, masacres y sadismo. En alguna escena vemos a Samurai negociando con un cardenal de la iglesia, sobre su apoyo; el clérigo asegura que puede hacer algo solo si hay más dinero de por medio.

Contarles el final, el día del apocalipsis, es como innecesario, porque perdería el sentido verla. Pero lo que sí puedo decir es que en la realidad italiana los siguientes hechos ocurrieron:

2011
  • El 12 de noviembre Berlusconi dimite de su cargo como presidente del Consejo de Ministros de Italia tras la aprobación de la Ley de Presupuestos de 2012.

2012
  • El 21 de diciembre el primer ministro, Mario Monti, presenta su dimisión del cargo. Una consecuencia directa de esto es que se deben realizar elecciones generales para escoger a nuevos miembros de la Cámara de Diputados y miembros del Senado.

2013
  • El 11 de febrero el papa Benedicto XVI presenta su renuncia al pontificado de la Iglesia católica.
  • Durante el 24 y 25 de febrero se realizan las elecciones generales para las dos cámaras del parlamento italiano.
  • El 24 de junio Silvio Berlusconi es condenado a 7 años de prisión e inhabilitación perpetua por constricción a la prostitución de menores y abuso de autoridad; el 1 de agosto la Corte Suprema de Casación lo condena en forma definitiva a 4 años de prisión por fraude fiscal. Para 2015, tras varias medidas a su favor, había cumplido con su condena.

Extra bonus: El personaje de Samurai está inspirado en Carmine Spada, jefe de uno de los clanes de crimen organizado más imponentes de Italia, al igual que los Casamonica (ambas familias están reflejadas en el film)
2015
  •      5 de noviembre: Empieza el juicio contra la mafia de Roma, por el caso «Mafia Capital» en el que están involucrado empresarios, políticos y funcionarios, al ser descubierta una extensa red criminal el Roma que se había instaurado en el ayuntamiento y controlaba la gestión de licitaciones públicas [1] (cuando vean la película, sabrán que esto se refiere al momento en el que todos los diputados reciben un mensaje de texto que los espanta).

Luego de ver la película, ya ustedes mismos podrán decidir si mi análisis tiene propiedad o no. Pero aún si su respuesta es «no», Suburra es una película que vale la pena ver, porque tiene historia y porque las actuaciones (todas) son remarcables. Algunos excesos hacen que las dos horas sean pesadas, porque llega un punto en el que el asunto es «tengo demasiada información y no sé qué hacer con ella», sin embargo, la realidad es así, ¿o no?

Francesco Spada (jefe mafioso sobrino de Carmine Spada) posa junto a Pierfrancesco Faino y
Claudio Amendola, en el estreno de Suburra.* 

Por Alexandra Perdomo




[1] Gómez, Á. (04/11/2015) Roma celebra el mayor juicio por el caso «Mafia Capital»: la infiltración mafiosa en la política. ABC. Disponible en: http://www.abc.es/internacional/abci-juicio-infiltracion-mafia-politica-y-negocios-roma-201511042131_noticia.html

* Gómez, Á. (19/10/2015). Un jefe mafioso se cuela en el estreno de Suburra. ABC. Disponible en: http://www.abc.es/estilo/gente/20151019/abci-ostia-roma-corrupcion-201510182107.html 

Imagine que está en su casa viendo televisión o que va caminando por la calle y, de repente, agentes del Estado le llevan consigo, sin informar a nadie sobre su paradero, sin explicarle por qué le están llevando y sin siquiera asegurarle que le regresarán con vida.

Así ocurren las desapariciones forzadas: las personas son llevadas y no se vuelve a saber de ellas por días, meses, años… o quizá nunca más. Comúnmente han sido empleadas como estrategias gubernamentales para infundir terror. Difícilmente demos con el lugar de inicio de esta práctica, pero lo que sí es cierto es que nos enfrentamos a un problema mundial.
Me sé afortunada porque pude disfrutar de ti sin lemna ni contaminación durante toda mi infancia, y bañándome en tus aguas disfruté de insuperables momentos junto a mi familia y amigos. Hiciste que no me gustara el mar por lo salado, porque me acostumbré al agua dulce que tantas veces me tomé sin querer, pero que nunca me hizo ningún mal; bajo la cual podía abrir los ojos sin ardor ni lágrimas. En tus orillas aprendí a comer los chipichipi que encontraba enterrados en la arena, siempre con un poquito de limón. La rutina era pasar todos los sábados y domingos del mundo en la playa, y yo desde muy tempranito ya estaba dando volteretas dentro de tu oleaje apacible, hasta que el sol se ocultaba y mis padres me obligaban a salir. Aprendí lo sabroso que es bañarse mientras llueve o por las noches -aunque sea peligroso y hayan muchos más animales rondando-, y vi de cerquita la majestuosidad del puente que te atraviesa cuando pude estar debajo de una pila, un día muy de noche. 
  
Hoy, porque Alonso de Ojeda tuvo la dicha de ver tu poderío, dicen que celebramos tus 517 años, pero yo celebro que siempre has estado ahí; y aunque lamento todo el mal que te hemos hecho, la contaminación que hoy me impediría bañarme una vez más en tus aguas, tengo la esperanza de tu recuperación, y espero algún día volver a ver generaciones enteras disfrutando de tu perfecta agua y llenando de hermosos recuerdos la memoria de muchos otros.
Defender los derechos humanos requiere de mucha entrega, fortaleza y humanidad. Oscar Patiño, coordinador General de la ONG Un Mundo Sin Mordaza y estudiante de derecho, hace un esfuerzo de vida para compaginar su desarrollo profesional con su pasión: El activismo. «Un Mundo Sin Mordaza es una organización que tiene más de 7 años fundada. Tiene un objetivo, que es defender los derechos humanos a través del arte y la cultura.

La lucha por los derechos humanos es importante en todas las áreas, pero quizás una de las más vulnerables en nuestro país es aquella en defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes.


La profesora Luisa Pernalete, quien ha sido Directora Regional de Fe y Alegría en dos ocasiones (de Zulia entre 1990 y 1997; de Guayana entre 1998 y 2008) y que hoy forma parte del Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín de la Federación, es una defensora de los derechos a la vida y a la educación de niñas, niños y adolescentes.
La lucha por la defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas tiene ya su historia, pero el auge en el estado Zulia surgió en 2010, cuando el presidente de turno, Hugo Chávez, decretó la Guajira como distrito militar 1. Desde entonces, el territorio del pueblo Wuayuú ha sido militarizado en su totalidad, además, otros problemas empezaron a suscitarse desde entonces.

Creo que las películas más difíciles de hacer son aquellas que reflejan traumas. No hay manera de hacer el trabajo sencillo. Y no es que ejemplificar el trauma per se sea complicado, creo que lo que es realmente difícil es poder explicar de una manera real y certera cómo reaccionamos ante las situaciones traumáticas.

Demolition (2015), de Jean-Marc Vallée, no se procura rodeos. Empieza con lo fuerte: Davis (Jack Gyllenhaal), un trabajador neoyorquino de la bolsa va en el auto con su esposa Julia (Heather Lind), quien conduce. Hablan sobre una gotera que hay en el refrigerador y son impactados por otro vehículo. Julia pierde la vida.

Desde allí, sabemos que lo que viene no es sencillo. Y pasamos toda la película sin saber qué será lo siguiente. Davis no tiene cómo aceptar la muerte de su mujer. En un inicio, pretende hacerse creer que no la amaba lo suficiente como para llorarla o extrañarla. Pero conforme corre el film y su mente la recuerda cada vez con más insistencia, empieza la desesperación.

La forma en la que Davis mitiga el dolor es desarmando y destruyendo objetos. Quiere saber cómo son por dentro, quizá buscando saber qué tiene él en su interior, intentando descifrar qué es lo que realmente siente.

Durante su proceso, conoce a Karen (Naomi Watts), una mujer que trabaja en atención al cliente de una fábrica de máquinas expendedoras, cuando envía una solicitud de reembolso tras haber pagado por un dulce que la máquina nunca le entregó. Pero Davis usa dicha correspondencia, al enviar carta tras carta, para soltar un poco del drama que atravesaba.

Karen lo contacta, al sentirse conmovida con sus cartas, y llegan a conocerse y a entablar una amistad. Mientras tanto, Davis sigue destruyendo cosas y pese a que se había reincorporado a su trabajo justo después de la muerte de su mujer, tras desarmar y destruir su computadora y el urinario del baño, para su suegro, Phil (Chris Cooper), es evidente que no está bien para seguir.

Davis sigue destruyendo cosas. Se une a un grupo de hombres que demuelen casas, sin aceptar paga, solo para darse el gusto de poder destruir cosas. Conoce al hijo de Karen, Chris (Judah Lewis), un joven de unos 13 años quizá, con las uñas pintadas de negro y un par de aretes, quien también necesita descubrirse a sí mismo. Juntos descubren que no hay felicidad en no saber quién se es.

El dolor no parece disminuir, sino todo lo contrario. Conforme Davis sigue destruyendo cosas, parece que más se acerca a su centro. Su mente se sigue llenando de recuerdos con su esposa y encuentra, en su nueva capacidad de notar cosas que antes no ─como la decoración de los lugares, pequeñas cosas que no funcionan como debería, la luz que entra por la ventana, la música─ que realmente la amó y que le encantaba cada aspecto suyo, aunque creyera que no la conoció lo suficiente.

Pero para acercarse a sus sentimientos, se despoja de sus apariencias. Davis se vuelve excéntrico y demasiado extraño para el resto, porque empieza a hacer cosas que le liberan sin pensar en los otros. Hasta que, con la ayuda de Chris, destruye gran parte de su casa, esa que al final no le gustaba tanto porque estaba llena de cosas «brillantes».

Cuando finalmente llora, cuando se da cuenta de que amó y que no entregó lo suficiente, Davis se libera. Vive el dolor a plenitud, lo que le permite seguir adelante y dejar de destruir cosas.

Vallée también fue el director de Dallas Buyers Club (2013), otra película sobre cómo reaccionamos ante los traumas de la vida. Recordemos que Ron (Matthew McConaughey) es diagnosticado con VIH y, pese a que los primeros días se hunde en una negación y un acelerado ritmo con el cual pretende terminar su vida, sorprendentemente se propone ayudar a otros, por lo que crea una sociedad con Ryon (Jared Leto), un travesti también infectado con el virus, para vender medicamentos alternativos a otros pacientes.

Yves Bélanger hace un muy buen trabajo con la fotografía, tal como también lo hizo en Brooklyn (2015) y en Dallas Buyers Club ─por lo que podemos deducir que hace un muy buen equipo con Vallée─.

La actuación de Jack Gyllenhaal es de las mejores que recuerdo de su repertorio. No solo por la profundidad del personaje sino también por la amabilidad, honestidad y realidad que le inyecta.
Aunque no me creí mucho el papel de Naomi Watts como una mujer adicta a la marihuana, reconozco que su personaje da un desequilibrio necesario al film. El joven Judah Lewis quizá sea una promesa o quizá no. Mas si no lo es, hizo un muy buen trabajo acá.

En las últimas escenas del film Davis logra conciliarse consigo mismo y decide rendir un homenaje a su mujer, reparando un carrusel con la ayuda de su suegro. Chris es atacado y fuertemente golpeado por 6 niños, pero asegura en una carta dirigida a Davis que se siente mejor cuando actúa como se siente que es.

Unos niños corren y Davis decide correr con ellos; gana la carrera y logra ser el más rápido de todos ─como lo deseaba cuando niño─, y entonces nos transmite el sentimiento más valioso de esta película: libertad.

8★

Por Alexandra Perdomo

¿Hay una razón para ver Batman: The Killing Joke (2016)? Sí. Esa razón se llama GUIÓN.

El discurso del Joker es exquisito. Hay unas líneas imperdibles, sobre todo cuando se dirige al comisionado Gordon.

Los dibujos son muy buenos, pero nada, nada en esta película le gana al guión. Bravo, mil veces bravo Brian Azzarello.
















Pocas películas me han resultado más desesperantes que El Desconocido (2015), de Dani de la Torre. Y cuando digo desesperante, lo digo de buena manera. Es que el suspenso del film es extenuante.

La película genera y acumula mucha tensión. Desde que empieza hasta que termina se está en una zozobra que no hace más que aumentar en intensidad.

La actuación de Luis Tosar es hipnótica. Trasmite muy bien la angustia y el desconcierto. Se le da bien el suspenso, porque es igual de magnífico en Mientras duermes (2011).

Una buena película para no quererse perder ni un segundo.

7,2★




















Las películas sobre personajes del deporte nos han acostumbrado a ver historias de personas que, con constancia y dedicación, superando los más difíciles obstáculos, han logrado realizar sus sueños y convertirse en campeones mundiales dentro de sus disciplinas, ganar medallas en los Juegos Olímpicos, entre otros grandes logros. Estamos acostumbrados a ver a súper humanos.
Sin embargo, Eddie the Eagle (2016) no es el caso. El film biográfico nos cuenta la vida de Michael "Eddie" Edwards, quien en 1988 representó al Reino Unido en el salto de esquí en los Juegos Olímpicos de Invierno. El país no contaba con representantes en esta categoría desde 1928.

Eddie no sobresalió por su talento ni por las distancias de sus saltos. El comité Olímpico del Reino Unido trató de cerrarle las puertas. No mostraron su apoyo y hasta cambiaron algunas normativas desactualizadas para que Edwards no lograra el pase al evento. No obstante, tras su participación en el Campeonato Mundial de 1987, donde quedó en el puesto 55, clasificó a los Juegos Olímpicos de Invierno de 1988, en Canadá.

En las olimpiadas Edwards quedó en el último lugar tanto en el salto de 70 metros como en el de 90. Pero lo que lo llevó a la fama fue su coraje y su perseverancia.

Dexter Fletcher (Director), Hugh Jackman, 
Michael Edwards (The Eagle) y Taron Egerton
Aunque para muchos deportistas fue embarazosa la participación del Águila en las olimpiadas, para él y quienes lo conocían, además de para la gente común, fue un ejemplo admirable de persecución de sueños. El público se enamoró de él y de su constancia, de su emoción por participar en los juegos, su sinceridad y su logro, a pesar de todo y de todos. Su intención no era convertirse en el campeón, solo quería participar en los juegos —sueño que tenía desde niño—, representando a su país en la disciplina que tanto le apasionaba.

La actuación de Taron Egerton es tan asertiva como se puede. El papel de Hugh Jackman le brinda un equilibrio necesario al film y la aparición de Christopher Walken es la bola de helado sobre algo que se suponía sería solo un brownie.



8 ★



























The Fundamentals of Caring (2016) trata un tema delicado de la manera menos delicada posible, y es lo que la hace especial y diferente. Para mí, es una especie de Intouchables (2011) pero con humor norteamericano. La película es súper entretenida. Tiene su necesario bajón emocional, mas se recupera rápido y sigue con las buenas energías con las que arranca desde el principio.

Las actuaciones están al nivel del film. Para mí siempre es agradable ver a Paul Rudd en una comedia. Lo inmortalicé en este género desde The 40-Year-Old Virgin. Es difícil no verse de alguna manera reflejado en alguno de los personajes.

Siempre agradezco por las películas dramáticas, pero también hay que agradecer por esas películas que hablan de temas que pueden ser los más trágicos, pero deciden voltearlos y manejarlos desde la comedia.

7★




















Infinitely Polar Bear (2014) nos muestra cómo es por dentro la vida de un maníaco depresivo, cuando debe hacerse cargo de sus dos hijas para que su esposa pueda irse a otra ciudad a perseguir un sueño.

Las altas y bajas emocionales que vive Cam Stuart (Mark Ruffalo) tienen en el espectador el mismo efecto que una ruleta rusa; la actitud de su esposa, Maggie (Zoe Saldana), es, aunque arriesgada, admirable; y sus hijas, Amelia y Faith (Imogene Wolodarsky y Ashley Aufderheide) son la cereza sobre el helado de esta película.

La actuación de Mark Ruffalo para mí es la más increíble de su carrera hasta ahora. Su papel en este film es inolvidable. Se crea una empatía indescriptible por su personaje, y eso se debe a sus gestos, a sus movimientos, a la expresión de su rostro cuando cambia de ánimo de manera inesperada. Es una actuación que, para mí, merece una ovación de pie, larga y tendida.
Aunque la película nos habla de una situación bastante delicada, y con escenas que no son sencillas de aceptar, se mantiene divertida y fresca. Nos tiene siempre con la sensación de estar en un vaivén que nos hace sonreír, sentir tristeza, preocupación y ternura, mucha ternura.

Una película cuyos personajes, pese a los problemas evidentes y tener en contra muchas cosas, logran salir adelante, a su manera, en familia, entre acuerdos y con amor. A veces solo se necesita sentido común, el problema es qué es el sentido común para cada quien.

9★




No soy de andar recomendando documentales, pero este de Netflix, titulado Winter on Fire (2015), es sobre las protestas que tuvieron lugar en Kiev (conocido como el Euromaidán) donde miles de estudiantes, trabajadores y adultos de la tercera edad paralizaron sus actividades por 3 meses para exigir la adhesión de Ucrania a la Unión Europea, anteriores a las protestas prorrusas del 2014.

El movimiento fue fuertemente reprimido por los Berkut (cuerpo antidisturbios), militares y Titushki (grupos ilegales armados, integrados por militares, policias, deportistas o elementos criminales), y dejó un saldo de 82 civiles muertos, casi 1900 heridos, 234 detenidos y 140 encarcelados.

El Euromaidán concluyó en el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich y el cumplimiento de algunas de las peticiones de los protestantes. Un documental muy cercano, real y poderoso. Cercano porque hay elementos ya vistos en nuestro país; real porque muestra las escenas tal y como sucedieron, sin ocultar disparos ni golpes, vinieran de donde vinieran; poderoso por su gente y la organización civil.

8★
















Eye in the Sky (2016), de Gavin Hood, está, primero que nada (y lo que la hace más valiosa aún) plagada de excelentes actores: Helen Mirren, Aaron Paul, Iain Glen, el difunto Alan Rickman y -la aparición que me generó sorpresa- Barkhad Abdi (el captor en Capitán Phillips).

Por otra parte, es una película que plantea una gran diatriba moral. El asunto de los drones tiene un trasfondo bastante oscuro y bastante triste; además de causar la muerte de gente inocente y dejar siempre gran cantidad de heridos, está también la parte no visible: el trastorno que sufren los pilotos de estos drones no tripulados (que los manejan desde una base terrestre). Aunque muchos podrían decir que esos pilotos no deben sentir nada, la verdad es que sí. Y Eye in the Sky deja colar este detalle muy, muy bien.

El film muestra todas las caras de esta moneda: quienes dirigen la misión desde el aspecto militar y agotan todos los medios existentes para convencer a sus superiores de atacar; las altas esferas políticas que son quienes toman decisiones sentados en una mesa, orientados, primero que nada, a ganar la "guerra propagandística"; los pilotos de los drones, que sí sienten; los que son parte de la misión en el lugar de la misión, y buscan que la cantidad de víctimas inocentes sea menor; y las víctimas, aquellos que tienen rostro pero no nombre.

Si lanzan el misil, harán daño a personas inocentes. Si no lo lanzan, los terroristas saldrán ya listos con sus chalecos suicidas puestos, para activarlos en algún lugar público e igual causar la muerte de quizás más gente inocente. ¿Qué es lo correcto?

Cada cual tiene una opinión diferente, pero lo que aplaudo de Eye in the Sky es que te obliga a responder, a tomar un bando. Y el final que ayuda a corroborar si estabas en el bando correcto.

8,5★






















Hello, my name is Doris (2015) es una película divertidísima, protagonizada por la asombrosa, talentosa y amadísima Sally Field, quien nos muestra una jovial, cómica y radiante actuación, a sus ya 69 años.

Una historia muy particular, muy fresca, emocionante y alocada. Una mujer mayor que se enamora de un joven y se atreve a vivir aventuras, sin dejar de ser quién es (porque le es imposible). 

7,5 ★




La violencia armada en Venezuela no afecta solamente a jóvenes y adultos, sino también a niños y niñas, inocentes de todo acto, sin culpas ni remordimientos sobre sus hombros, son víctimas no intencionales de actos llevados a cabo deliberadamente en barrios y zonas residenciales de todo el país, ya sea en operativos policiales para combatir delincuentes o en enfrentamientos entre bandas.

La victimización de niñas y niños consiste en la violación al derecho de la vida, a la educación y al libre esparcimiento, principalmente en sus zonas residenciales.

Por ejemplo, en diciembre de 2015 lanzaron una granada en la plaza La Concordia, en Caracas, causando la muerte de un bebé de tan solo 8 meses. Con la explosión también murió un funcionario de la Guardia Nacional y otros 8 resultaron heridos. Ni siquiera se sabe quién lanzó el artefacto[1].

Venezuela es el segundo país más violento del mundo. El descontrol de las armas se cobra la vida principalmente de varones, en las edades comprendidas entre los 14 y 40 años. Sin embargo, la psicóloga social, criminóloga y doctora en Estudios del Desarrollo, Magally Huggins, quien es investigadora del Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV, explica que las mujeres no escapan de este fenómeno. «Las mujeres básicamente son víctimas del feminicidio, es decir, se les asesina por ser mujeres o, por ejemplo, por ser una mujer vinculada a un agresor. El agresor favorito, el más visible, es el marido (o el ex), el novio (o el ex), y últimamente, en la situación país que tenemos y con la violencia generalizada que estamos viviendo, está apareciendo en los medios madres que son asesinadas por sus hijos, sea porque es consumidor de drogas y la madre no le provee el dinero para su consumo o porque les niega el acceso al hogar porque son dañinos».

Desde el punto de vista de género, para Huggins la situación es muy grave puesto que los asesinatos de mujeres por armas de fuego se han duplicado en los últimos años y aun en los casos en los que ellas no sean víctimas directas de la violencia sí son víctimas secundarias de la misma. Las mujeres son las dolientes fundamentales de las decenas de muertos que caen a diario en nuestro país. Ellas no solo sufren un duelo traumático sino que además quedan con una gran carga tanto económica como social, porque pueden perder a sus esposos y recae en ellas todas las responsabilidades del hogar, además de lidiar con las consecuencias emocionales en un grupo familiar donde hay niñas, niños y adolescentes.
Er ist wieder da (2015) o (“Look who’s back” en inglés, “Ha vuelto” en español), es una película alemana basada en el bestseller del mismo nombre escrito por Timur Vermes. Tanto la novela como la película son una sátira que plantea la aparición repentina de Hitler en la Berlín del 2014.

Sin saber que perdió la guerra, vemos la historia de un Hitler que intenta recobrar el control de una Alemania democrática. Este film es peligroso, y lo digo porque mientras todos creen que se trata de un excelente imitador del Führer y gana popularidad en los medios, Adolf aprovecha para lanzar sus discursos y convencer a los alemanes de ponerse de su lado. Así como vemos alemanes que se sienten ofendidos y avergonzados de que una parte del pasado que durante tantos años han intentado borrar esté resurgiendo, vemos otros muchos alemanes que empiezan a darle la razón y que, sin darse cuenta, apoyan las ideas del líder del partido nazi casi 70 años después.

La película nos ayuda a entender —aunque a algunos les cueste entenderlo y se ahínquen en la posición de que «no se explica»— cómo el partido nazi ganó tantos adeptos entonces, y cuántos ganaría hoy, en un país divido entre aquellos que aborrecen su pasado histórico y otros que están de acuerdo en muchas cosas con el difunto. Un film plagado de comedia pero también de turbia realidad.

8,5 ★



¿Y si vuelve Hitler?

by on 9.5.16
Er ist wieder da (2015) o (“Look who’s back” en inglés, “Ha vuelto” en español), es una película alemana basada en el bestseller del mism...



















The Hundred-Foot Journey (2014) es una película bonita. Así, tal cual. Llena de muchos colores, momentos tristes, momentos divertidos y mucha, mucha comida. Es un film que se disfruta de principio a fin. No encuentro otro calificativo. Es bonita. Muy, muy bonita.

Dirigida por Lasse Hallström, cuenta con la producción ejecutiva de Spielberg y Oprah Winfrey. Además, la excelentísima actuación de una inigualable Helen Mirren, la fresquísima y bellísima Charlotte Le Bon (The Walk, 2015) y un Manish Dayal que apenas conozco y que espero volver a ver, porque tiene el talento.

Recomiendo esta película porque no hay una sola razón para no verla.

8★