Dancer in the Dark: la reafirmación de mi odio y admiración por Von Trier
























La razón por la que odio tanto a Lars Von Trier es que es un director que no se preocupa por complacer al espectador nunca, en ningún momento. Pero la razón por la que admiro, respeto y recomiendo tanto su cine -y sigo viendo sus películas- es que se atreve a hacer lo que nadie más hace. Ese debe ser el hombre al que menos le importe lo que piensen, e imagino que por eso —y porque es un genio— se le da tan bien hacer películas.

Finalmente vi Dancer in the Dark (2000). Es el musical más oscuro que uno pueda ver. La actuación de Björk es arrasadora. Al resto del elenco lo odié, pero no por su desempeño, sino por lo que Von Trier hace con ellos. Estuve indignada durante los 140 minutos que dura. Este film está lleno de injusticia, traición, cobardía y desfachatez. Una exagerada serie de eventos desafortunados.

No entiendo cómo un director puede lograr que todos los sentimientos que uno tiene durante tantos minutos sean malos. Y cuando finalmente se asoma uno bueno, pues no, resulta que se vuelve peor. Aunque al final del film se siente un poco de tranquilidad, la última escena logra desgarrarte una parte del corazón con un grito (o al menos fue mi caso).

Me gustó mucho el tono sepia de la película y la idea originalísima, por supuesto. Lars Von Trier viene siendo el director con el que uno no se debería topar (por pudor, ética, etc.), pero una vez que se descubre es imposible abandonarlo.

8,5★

1 comentario:

  1. No sabía como empezar una carta de admiración hacia una tan persona tan escribidora como tu. Y es de eso de lo que te voy a hablar en esta carta, de lo que pienso de ti y de lo que he visto en estos días. Naturalmente, debo admitir que encuentro encantos Vontriersisticos ineludibles en tu persona. Amén

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