La muerte de Stalin: una comedia salvaje
Yo sé que todos no nos reímos de las mismas cosas, que el
humor es como la belleza: guindan de la misma subjetividad. Personalmente soy
más de humor negro, pero también sé reírme de cosas tontas.
Empiezo hablando de humor porque ayer vimos The Death of
Stalin (2017), un film dirigido por Armando Iannucci y protagonizado por Steve Buscemi, Simon Russell Beale, Jeffrey
Tambor y Jason Isaacs (entre otros). La película es una de las mejores comedias
satíricas que he visto. Y tal como su nombre lo anuncia, la historia gira en
torno a la muerte del ex Secretario General del Partido Comunista de la Unión
Soviética, quien gobernó sobre la URSS entre 1941 y 1953, el ascenso de su
predecesor Mólotov, los excesos y las artimañas de Lavrenti Beriay, todo el complot ―cosas de políticos―
de Nikita Jrushchov, que lo llevaría a gobernar la URSS entre 1958 y 1964.
Aunque la película hizo que no dejáramos por mucho tiempo la
sala en silencio, con todo y el humor desbordante, no deja que seas ajeno a las
atrocidades cometidas bajo el mandato de Stalin. Las muestras del abuso de
poder son absurdas y en cada dos por tres ves una violación flagrante a los
derechos humanos (asesinatos, torturas, arrestos, desapariciones). Es decir, el director te cuenta una realidad
dura y difícil desde el humor… y le quedó magnífico.
Quizá no sea una película para todos los gustos. Yo no
entendería a alguien que no se riera viéndola, pero imagino puede pasar. Puede
que sea capaz de herir alguna susceptibilidad. Leí que fue vetada en Rusia
(obvio y nada sorprendente).
Por otra parte, Steve Buscemi está genial y Jason Isaacs
añade la rudeza habitual. Del soundtrack ni idea, porque solamente escuché
nuestras risas.
8,4★
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