Esperándolo a Tito; Eduardo Sacheri

đź“– Publicado en 2015

 

đź“– GĂ©nero: Cuentos

 


Sacheri es un autor que conoce muy bien los sentimientos humanos, o al menos lo suficiente como para hacer llorar y reĂ­r sin control, con sus cuentos de fĂştbol, a alguien que no gusta del deporte.

 

Y es que nunca entendĂ­ el fervor de los hinchas de fĂştbol, ni ese amor por ir a la cancha, o por la cancha en sĂ­ misma.

 

En Venezuela, con los amigos de la universidad, decĂ­amos siempre que los argentinos nacen con dos cosas ya decididas: la inclinaciĂłn polĂ­tica y el club de fĂştbol.

 

Lo decíamos en chiste, pero viviendo en Argentina ahora sé que es más realidad que chiste.

 

Los más pequeños crecen con tazas, remeras, llaveros, cadenitas y cualquier objeto que tenga impreso el logo de su club, que suele ser el mismo del padre y del abuelo. Van al colegio con la lonchera de su equipo que, si la familia lo puede costear, hace juego con la mochila y los cuadernos y el resto de materiales. Los más grandes, o al menos cuando tienen la edad suficiente para hacerlo, corren a tatuarse el emblema del club de sus amores en cualquier parte del cuerpo, bien visible y lo más grande que el umbral del dolor les permita soportar, porque parece que el tamaño determina el amor.

 

Habiendo ya vivido aquĂ­ el Mundial de 2018 y a las puertas del Mundial 2022, puedo decir que ahora lo entiendo.

 

En “Esperándolo a Tito”, @eduardo_sacheri contagia al lector de la enfermedad por el fĂştbol. Al que no es hincha, le dan ganas de serlo, solo por el hecho de saber quĂ© se siente.

 

Porque no se trata solo de fĂştbol, es lealtad, amistad, amor, hermandad, promesas, eternidad, constancia, fe y, sobre todo, pasiĂłn. Aunque parece que el fĂştbol en sĂ­ mismo es todas esas cosas.

 

Sacheri te obliga -o ayuda- a ver el fĂştbol con otros ojos.

 

Mis favoritos y con los que no pude contener el llanto emocionado:

- Me van a tener que disculpar

- La promesa

- De chilena

- El cuadro de Raulito

- La hipotética resurrección de Baltasar Quiñones

 

¡Y decir que este fue su primer libro!

 

Léanlo. No hay mucho más para decir.

 

Terminado de leer el 29/10/2022

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