Y las montañas hablaron; Khaled Hosseini
Y las montañas hablaron (2013) es la tercera novela del afgano Khaled Hosseini –anteriormente leí Cometas en el cielo–. Esta obra, aunque maneja sentimientos y escenarios similares, tiene un estilo muy distinto a su primera novela. En esta, la historia está repleta de personajes, tanto que parece un compendio de relatos que, de una manera muy especial y bien elaborada, terminan estando unidas entre sí.
La historia empieza y gira en torno a la relación de Abdulá, un niño de 10 años, y su hermana Pari, y la estridente decisión de su padre de vender a la niña a una familia adinerada, dejando así un vacío irreparable en ambos protagonistas. El resto del libro es el desarrollo de la historia de Pari, de sus padres, de su tiastro (quien sembró la idea de la compra de la niña) y de gente viviendo en una Afganistán golpeada por la guerra, la destrucción, el olvido –en esto completamente similar a Cometas en el cielo–.
Al leer un segundo libro de Hosseini me queda claro que su intención es contar la historia de su país a través de sus sobrevivientes –y también sus muertos–. Nos cuenta historias ficticias que pueden tener todo lo real, personas que seguramente vivieron y pasaron por esas situaciones, sufriendo lo mismo, siendo separados de los suyos, ignorando sus raíces, su historia. Es capaz de conmover hasta las lágrimas, con las más pequeñas oraciones o gestos descritos.
Lo único que no me terminó de convencer de esta novela fueron algunas historias sueltas que no cerraron. Pero no me molestó, porque se entienden necesarias, solo que luego no concluyen ni se conectan, mas fue agradable leerlas, conocerlas.
Ya solo me falta Mil soles espléndidos, que estoy anotada para leer en cuanto se me atraviese. He encontrado en la pluma de Khaled Hosseini un puñado de motivos para leer cualquier cosa que escriba.
La historia empieza y gira en torno a la relación de Abdulá, un niño de 10 años, y su hermana Pari, y la estridente decisión de su padre de vender a la niña a una familia adinerada, dejando así un vacío irreparable en ambos protagonistas. El resto del libro es el desarrollo de la historia de Pari, de sus padres, de su tiastro (quien sembró la idea de la compra de la niña) y de gente viviendo en una Afganistán golpeada por la guerra, la destrucción, el olvido –en esto completamente similar a Cometas en el cielo–.
Al leer un segundo libro de Hosseini me queda claro que su intención es contar la historia de su país a través de sus sobrevivientes –y también sus muertos–. Nos cuenta historias ficticias que pueden tener todo lo real, personas que seguramente vivieron y pasaron por esas situaciones, sufriendo lo mismo, siendo separados de los suyos, ignorando sus raíces, su historia. Es capaz de conmover hasta las lágrimas, con las más pequeñas oraciones o gestos descritos.
Lo único que no me terminó de convencer de esta novela fueron algunas historias sueltas que no cerraron. Pero no me molestó, porque se entienden necesarias, solo que luego no concluyen ni se conectan, mas fue agradable leerlas, conocerlas.
Ya solo me falta Mil soles espléndidos, que estoy anotada para leer en cuanto se me atraviese. He encontrado en la pluma de Khaled Hosseini un puñado de motivos para leer cualquier cosa que escriba.
Terminado de leer el 29/09/2019
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